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Las claves

Aumentan las presiones al Gobierno desde distintos flancos para que la nuclear cacereña de Almaraz continúe operando al menos hasta 2030. Hay voces dentro del Ministerio para la Transición Ecológica que alertan de que, ahora, tras el apagón y los avisos de Red Eléctrica de posibles problemas con la red en el futuro, no es recomendable prescindir de ella, especialmente por su ubicación.

El tiempo corre en su contra con una fecha límite de 'no retorno' del próximo mes de marzo de 2026. Por eso, el Gobierno ve con buenos ojos la propuesta de las propietarias, Iberdrola, Endesa y Naturgy, de preparar tanto el plan de desmantelamiento como el de continuidad al mismo tiempo, que presentarán antes del 1 de noviembre

"Ahora se enfrenta a presiones de diversos actores económicos, políticos y sociales para extender su vida útil más allá de lo que se firmó hace seis años, hasta noviembre de 2027, y es partidario de que se presenten ambas solicitudes para poder elegir en caso de que haya que hacerlo", señalan a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes cercanas a las grandes eléctricas.

Así que el Gobierno corporativo de Almaraz ha acordado formalmente esta semana solicitar a Transición Ecológica una prórroga de la planta, con el objetivo de extender su funcionamiento al menos tres años más, hasta 2030. Si no se hace ahora, ya no habría esa opción normativa si después hubiera un cambio de parecer y se quisiera continuar.

La entrega de la solicitud debe hacerse antes del 1 de noviembre y requiere también del visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Las empresas sostienen que la central sigue siendo técnicamente segura y han recibido reconocimientos internacionales en ese sentido.

Votos a favor

La Junta de Extremadura respalda la prórroga, con su presidenta María Guardiola al frente, argumentando que su cierre implicaría la pérdida de miles de empleos, activos económicos y soberanía energética en la región. Pero no solo. El partido socialista extremeño, en la oposición, también se muestra favorable a mantenerla operativa.

También los socios catalanes del Gobierno, Junts y Esquerra, han mostrado su benevolencia con la energía nuclear. Ya en febrero pasado se abstuvieron en la tramitación de una PNL (Proposición no de Ley) presentada por el Partido Popular para extender la vida útil de las centrales más allá de 2035.

Y por supuesto, el Comité de Empresa de Almaraz y los antiguos empleados también exigen que se agilice la solicitud para evitar el impacto negativo sobre el empleo local.

Incluso, expertos en energía, académicos y estudios que abogan por la continuidad de la nuclear en España, aunque el debate está sobre la mesa porque también hay quien la considera prescindible.

Pasos inmediatos

El proceso sigue abierto hasta que no se llegue al 'deadline' del próximo marzo. "Es el mes que le toca a Almaraz su parada de recarga de combustible, y si no se renueva y se realizan los correspondientes trabajos de mantenimiento, no se puede continuar con la central en funcionamiento", señalan las mismas fuentes a este diario.

Por tanto, no hay otra si se abre la ventana a la continuidad. Las eléctricas deben presentar la documentación en los próximos días, y la decisión final recaerá en el Ministerio y el CSN.

El regulador nuclear evaluará la solicitud en función de criterios de seguridad, procedimientos y normativa, con plazos internos que pueden extenderse varios meses (normalmente, estos informes llevan entre 6 y 12 meses dependiendo de la complejidad y de si hay requerimientos adicionales de información o aclaraciones).

Después emite un informe vinculante sobre seguridad y, a partir de ahí, Transición Ecológica debe tomar una decisión final.

Pasos a seguir para solicitar la prórroga.

- Solicitud formal de renovación de la autorización de explotación, apoyada por todos los socios y refrendada en la asamblea de la comunidad de bienes que gestiona Almaraz.

- Documento técnico detallado que justifique la seguridad y viabilidad de la unidad a largo plazo, incluyendo análisis de riesgo, evaluación de integridad de los sistemas, cumplimiento normativo y condiciones actuales de operación.

- Propuesta y plan para el cese definitivo de explotación en caso de que no se conceda la prórroga, que debe incluir el plan de desmantelamiento, gestión de residuos y medidas de protección radiológica y ambiental.

- Actualización de la documentación oficial de la instalación reflejando cualquier cambio relevante desde la última autorización, adaptada para el escenario de desmantelamiento.

- Certificados y actas de las reuniones de los órganos sociales (consejos de administración, junta de administradores y asamblea) donde se aprueba presentar la solicitud de prórroga y el resto de la documentación ante el CSN y el Ministerio para la Transición Ecológica.