Las claves
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El nuevo modelo de retribución para las redes eléctricas presentado en segunda vuelta por la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) no termina de convencer a las grandes distribuidoras. La tasa de retribución, si no hay una nueva circular en los próximos días, se mantiene muy por debajo de la inversión que es necesaria para modernizar las redes eléctricas.
El borrador de la nueva Planificación de la red de transporte ha provocado que Competencia tuviera que lanzar una reforma de la metodología presentada en julio para alinearla con los nuevos objetivos presentados por el Gobierno.
Sin embargo, Competencia no ha modificado la tasa de retribución. Así que, por el momento, se mantiene en el 6,46%, por debajo del 7% o 7,5% que exigen las empresas.
"Hay cuestiones en la circular presentada con la nueva metodología que no mejoran la rentabilidad. Les deja invertir donde antes había incluido un límite, pero no son vasos comunicantes con la tasa definitiva", explican a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes de una gran consultora.
"La metodología es clave, pero no significa que la tasa vaya a crecer indirectamente, vía los cambios del modelo", apuntan a este diario fuentes de las grandes eléctricas.
"El sistema mantiene los principales problemas estructurales y puede frenar la expansión de la red en un momento decisivo para la electrificación y la reindustrialización del país", añaden.
Según el sector eléctrico, este límite para la inversión impedirá ejecutar una parte significativa de las inversiones previstas, especialmente en zonas industriales, nuevos desarrollos residenciales (viviendas) o puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Choque con el Gobierno
Aunque el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) ha señalado que apoya que la nueva metodología de retribución para la actividad de distribución de electricidad propuesta por la CNMC fomente que el país cuente con mejores redes, se ha reavivado la tensión con el regulador.
El Miteco considera viable una inversión cuando al menos el 75% de la capacidad prevista cuente con solicitudes de acceso, lo que se contradice con el punto más controvertido de la metodología, que es el tope de retribución de las inversiones.
La CNMC lo fija en 233 euros por kilovatio, lo que equivale aproximadamente al 60% del coste medio actual de la red. Esta discrepancia genera un doble marco regulatorio contradictorio que dificulta la planificación y añade incertidumbre al proceso inverso.
Además, la nueva circular sometida a consulta también coincide con las reclamaciones de las empresas y asociaciones del sector para que se hiciera una revisión del modelo anterior, alegando que no tenía en cuenta el real decreto aprobado por el Miteco sobre el incremento de inversiones.
A ello se suma el recorte de los gastos de operación que plantea la CNMC. Ello supone penalizar el mantenimiento de la red o los refuerzos ante fenómenos climáticos, lo que podría deteriorar la calidad del suministro.
Desde el regulador defienden que el nuevo marco busca eficiencia, sostenibilidad y equilibrio financiero, al tiempo que pretende evitar sobrecostes para los consumidores.
"No obstante, la falta de coordinación entre la CNMC y el Miteco, responsable de la planificación energética, genera inquietud en las compañías, que piden un marco más estable y coherente con los objetivos de transición energética", continúan las mismas fuentes de las eléctricas.
Aún así, siguen expectantes. El regulador podría estar preparando una segunda circular con la nueva retribución para lanzar un mensaje conciliador con los inversores.
Puntos a favor
Pese a todo, la nueva metodología presentada este 13 de octubre incorpora mejoras que se valoran positivamente desde las empresas.
"La propuesta original aplicaba un recorte del 24% a la retribución de la operación y mantenimiento de las redes de más de 1 millón de puntos de conexión a partir de 2026. Ese recorte baja al 16%, lo cual es una mejora sustancial", explica Joaquín Coronado, experto energético y presidente de Build to Zero.
"Un aspecto polémico de la propuesta inicial era el riesgo de remuneración de la inversión cuando esta era anualmente superior a la inversión histórica sostenible (IHS) que era igual a la amortización anual".
"Ahora se cambia este parámetro por el de inversión sostenible (IS), que se calcula como el 80% de lo que le corresponde a cada compañía del 0,13% del PIB de límite de inversión del sistema".
Inversiones adicionales
Una cantidad a la que se le suman las inversiones adicionales aprobadas (de acuerdo a la propuesta de real decreto del Miteco para subir los límite de inversión hasta 2030). "Esto debe reducir la probabilidad de hacer inversiones a riesgo", puntualiza el experto.
También se mejora el incentivo de reparto de márgenes por incremento de remuneración debido al incremento de potencia, se mejora el incentivo por servicio y por reducción de pérdidas y se reconoce la importancia de las inversiones en digitalización y automatización de las redes.
En definitiva, la CNMC dice que mediante los incentivos por incremento de la potencia facturada se puede mejorar otros 100-200 puntos básicos por encima del 6,46%, "pero hasta ahora las compañías no le han atribuido valor a esta metodología", concluye.
