España se sitúa a la cabeza de Europa por inversión prevista en biometano. Así lo revela el Biomethane Investment Outlook 2025, elaborado por la Asociación Europea del Biogás (EBA, por sus siglas en inglés), que recoge 4.800 millones de euros de inversión planificada para el desarrollo de esta tecnología en el país.
Este volumen de inversión coloca a España por delante de otras economías destacadas en esta transición energética como Dinamarca (3.140 millones), Reino Unido (2.400 millones) o Francia (1.700 millones).
El informe, basado en datos recopilados de 28 inversores y promotores de proyectos, estima que el conjunto de la Unión Europea ha comprometido ya 28.400 millones de euros en el impulso del biometano.
De este total, 26.000 millones se destinarán al desarrollo de proyectos dentro del continente antes de 2030.
En el caso de España, el dinamismo inversor también destaca en Europa, por el fuerte crecimiento registrado en el último año. Si en 2024 las previsiones apuntaban a 1.500 millones de euros, la cifra se ha disparado más de un 220% en sólo doce meses, hasta alcanzar los 4.800 millones.
Estas inversiones permitirían añadir una capacidad total de producción de 17,3 TWh anuales. Actualmente, más de 50 plantas de biometano se encuentran en distintas fases de desarrollo en todo el país.
El informe también destaca que el grueso de la inversión europea (un 85% del total) se concentra en plantas greenfield -desarrolladas desde cero-, por valor de 24.200 millones de euros.
Sólo 700 millones se destinan a proyectos de conversión de instalaciones existentes -brownfield- y 100 millones a adquisiciones y fusiones. Otros 3.200 millones aún no tienen tipología definida.
La EBA ha observado un incremento del 7% en las inversiones greenfield respecto al año anterior. Además de España, otros países como Austria y Estonia han emergido como nuevos focos de inversión, mientras Bélgica mantiene una dinámica creciente con un número cada vez mayor de plantas operativas.
Panorama actual
Francia es hoy líder en producción de biometano en Europa, superando a Alemania con un 21 % más de cuota y el triple de plantas. En cambio, Reino Unido y Alemania se estancan por incertidumbre regulatoria, mientras que Italia, Países Bajos, Dinamarca y Suecia crecen a un ritmo más lento.
En paralelo, cerca de 1.300 millones de euros en 2025 se destinan a infraestructuras complementarias, como redes de gas, plantas de bio-GNL para transporte y tecnologías innovadoras de bio-CO₂.
Pese a las proyecciones optimistas, el sector enfrenta desafíos. Alrededor de 101 millones de euros en inversiones previstas el año pasado fueron canceladas, pospuestas o reducidas, debido principalmente a retrasos administrativos, cambios regulatorios y a la falta de prioridad política que todavía afecta al desarrollo del biometano en algunos países.
“La tracción del biometano en Europa es cada vez mayor, pero es fundamental avanzar con una acción coordinada”, advierte el informe. La EBA subraya que un apoyo político claro, la agilización de permisos y una inversión sostenida serán esenciales para desbloquear el potencial completo de este combustible renovable.
