Iberdrola invertirá 41.000 millones de euros durante el periodo 2024-2026 para impulsar la electrificación de la economía, ante la llegada de los nuevos usos de la demanda de energía. Así lo ha comunicado la segunda eléctrica del mundo por capitalización bursátil en la presentación de su Capital Markets Day, que se celebra en Londres durante el día de hoy.

En términos de distribución por país, la empresa dirigirá el 85% de sus inversiones hacia regiones con una calificación crediticia alta -rating A-. Estados Unidos se posiciona como el mercado principal para la expansión en los próximos tres años, con el 35% de las inversiones asignadas.

Le sigue el Reino Unido, con el 24%España y Latinoamérica supondrán un 15% de las inversiones a cada una, mientras que el resto de los países de la Unión Europea y Australia recibirán el 11% restante.

[Iberdrola pujará por dos parques eólicos marinos de 1.700 MW en la subasta de Reino Unido este 2024.]

El plan de inversión de 41.000 millones de euros brutos incluye la compra del 18,4% de su filial estadounidense Avangrid y 5.000 millones de euros de inversiones con socios estratégicos. De esta forma, la compañía destina 36.000 millones de euros netos a la inversión. El 70% de su inversión estará focalizado en el crecimiento.

Con esta estrategia la empresa se ha fijado como objetivo que el 70% de su beneficio operativo bruto (ebitda) no esté vinculado al precio del mercado eléctrico mayorista en 2026.

Al analizar las principales inversiones por áreas de negocio, la compañía tiene previsto invertir 21.500 millones de euros en redes en Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y España, lo que representa el 60% de la inversión neta.

De esta cantidad, más de 6.500 millones están destinados a las redes de transporte. Esto implicará un aumento de su base de activos hasta alcanzar los 54.000 millones de euros para 2026, lo que supone 12.000 millones de euros más que en 2023 y un aumento del 38% en comparación con 2022.

Los activos en redes de transporte superarán los 15.000 millones de euros. El 85% de las inversiones en redes se dirige a mercados con marcos cerrados para los próximos años, y el 80% del beneficio bruto de este negocio está protegido de la inflación y de los tipos de interés.

La electrificación continúa siendo una prioridad para la empresa, ya que busca incrementar la autosuficiencia energética, la descarbonización, la eficiencia y la competitividad de las empresas.

Para el negocio renovable, la compañía tiene previsto destinar 15.500 millones de euros brutos, incluyendo los 5.000 millones de euros que pretende alcanzar con socios estratégicos en proyectos en curso, para crecer de manera selectiva en tecnologías flexibles y almacenamiento.

Más de la mitad de esta inversión se focaliza en eólica marina en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania; un 28% en eólica terrestre y un 18% en energía solar. Además, el 100% de la inversión se centra en proyectos ya en construcción.

El almacenamiento se vuelve una tecnología estratégica para estabilizar los precios en el mercado y evitar la volatilidad en los márgenes. Por ello, la empresa pretende destinar 1.500 millones de euros, lo que le permitirá alcanzar los 120 millones de kWh de capacidad de almacenamiento a través del bombeo, un incremento del 20%. Además, el grupo contará con una cartera de 150 millones de kWh.

El negocio de clientes concentrará 2.500 millones de euros, con entre el 70% y el 80% de la energía vendida a largo plazo, principalmente a través de PPAs y generación regulada. Además, el 85% de las ventas con márgenes asegurados están cerradas hasta 2026, cuando se alcanzarán entre los 140.000 y los 150.000 GWh.

Ganancias previstas

Las nuevas inversiones previstas para el período 2024-2026 permiten a Iberdrola prever un beneficio bruto de explotación (ebitda) de entre 16.500 y 17.000 millones de euros para el final del período, donde los negocios de redes y renovables aportarán alrededor del 50% cada uno.

Además, la compañía estima que el beneficio neto aumente hasta una horquilla entre los 5.600 y los 5.800 millones de euros en 2026. También mejora su estimación para 2025, previendo un beneficio neto en la parte alta del rango: 5.300 – 5.400 millones de euros.

Todo este Plan Estratégico se lleva a cabo dentro de un modelo de financiación verde sólido, focalizado en la generación de efectivo. Iberdrola cuenta con una gestión activa de la liquidez, una sólida estructura financiera y una alta diversificación de las fuentes de financiación, especialmente a través de la financiación verde.

No se prevén ampliaciones de capital y se considera la opción de realizar alianzas con socios estratégicos para acelerar el crecimiento. Como resultado, la empresa ha fijado la ratio del flujo de caja operativo/deuda neta por encima del 24% para 2026, frente al 23,2% de 2023 y 250 puntos básicos por encima del establecido para 2025 en el último Plan Estratégico.

Dividendos

Estos resultados permitirán que la empresa cumpla con su compromiso de aumentar la remuneración a sus accionistas en consonancia con la evolución de los resultados, distribuyendo 11.000 millones de euros en dividendos.

De este modo, Iberdrola destinará entre el 65% y el 75% de sus beneficios a remunerar a sus accionistas (pay out), lo que dará lugar a un dividendo de entre 0,61 y 0,66 euros por acción en 2026. Además, el grupo establece un dividendo mínimo de 0,55 euros para este período, como parte del programa de Iberdrola Retribución Flexible, que también incluye la recompra de acciones.

El presidente también ha confirmado las perspectivas para 2030, impulsadas por la necesidad de acelerar la electrificación: alcanzar activos de redes entre 65.000 y 70.000 millones de euros, de los cuales el 30% serán en transporte, y lograr una cartera de renovables de 100.000 GW para futuros desarrollos.

A partir de 2027, la empresa ya contará con 3.000 MW adicionales de energía eólica marina en operación, llegando a los 5.000 MW marinos, y planea poner en marcha 6.000 MW adicionales de energía eólica y solar.

Gracias al papel cada vez más importante del almacenamiento, la compañía espera aumentar su capacidad operativa de almacenamiento de 120 millones de kWh en 2026 a una cartera de 150 millones de kWh en 2030.