Cepsa obtuvo un beneficio neto ajustado, que mide específicamente el desempeño de los negocios, de 278 millones de euros en 2023, lo que representa una caída del 65% con respecto a los 790 millones de euros del año anterior.
Estas cifras están lastradas por el impuesto extraordinario con el que el Gobierno grava a las empresas energéticas y una menor producción del negocio de 'Upstream' tras la venta de activos en Abu Dabi, en un año en el que el grupo sentó las bases para su estrategia de transformación a negocios más sostenibles.
En concreto, el importe total en concepto por el tributo que grava con un 1,2% las ventas de las empresas del sector cuyos ingresos en 2022 superaron los 1.000 millones anuales ascendió a 323 millones de euros en las cuentas de Cepsa del año pasado, informó la compañía.
Además, la contribución fiscal total de Cepsa en el ejercicio alcanzó los 5.529 millones de euros, de los que 4.150 millones de euros, un 75%, se pagaron en España.
El consejero delegado de la energética, Maarten Wetselaar, ha afirmado que los resultados de 2023 reflejan "el reposicionamiento estratégico" de la cartera global de la compañía "hacia áreas más sostenibles con la venta de la cartera de Exploración y Producción en Abu Dabi".
Sin embargo, se vieron "negativamente afectados por un impuesto extraordinario mal diseñado que grava los ingresos y no los beneficios de las empresas energéticas".
El resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de Cepsa cerró el año en los 1.402 millones de euros, con un descenso del 52% frente a los 2.939 millones de euros de 2022, afectado por los menores volúmenes del negocio de 'Upstream' después de la desinversión en Abu Dabi.
Los precios del crudo en 2023 se situaron en una media de 82,6 dólares por barril, un 18% por debajo de 2022, aunque el margen de refino medio de la compañía fue 10 dólares por barril en el año, un 4% más que el ejercicio anterior.
Así, el Ebitda ajustado de su negocio de Exploración y Producción se situó en los 493 millones de euros en 2023, frente a los 1.868 millones de euros del año anterior, debido al impacto de esa desinversión en los activos de Abu Dabi.
De esta manera, Cepsa cerró 2023 con unas pérdidas netas de 233 millones de euros, frente a las ganancias de 1.100 millones de euros en el año anterior, lastrado por cambios en las valoraciones de inventarios y ese impacto del impuesto extraordinario sobre las energéticas.
Por su parte, el flujo de caja operativo de 1.126 millones de euros en 2023 demostró la resiliencia de la compañía en la generación de caja. Incluso con una menor producción del negocio de Exploración y Producción y la repercusión del impuesto extraordinario, ya que durante este año los segmentos de Energía y Química evolucionaron según lo esperado.
Recorda deuda
En lo que se refiere a la deuda neta del grupo, cerró 2023 en los 2.291 millones de euros, lo que representa una reducción del 17% respecto a 2022, gracias a una fuerte generación de caja.
Además, Cepsa mantiene una importante posición de liquidez de 4.359 millones de euros, un 8% más, que le permite cubrir los vencimientos de deuda hasta finales de 2028.
Por ello, Wetselaar destacó que en 2023 el grupo ha sido capaz de sentar las bases de su estrategia 'Positive Motion' para convertirse esta década en el proveedor europeo líder en soluciones de energía y movilidad sostenibles".
40% en Sostenibilidad
En lo que se refiere a las inversiones del grupo, ascendieron a 732 millones de euros en 2023, destinándose cerca del 40% del total -unos 280 millones de euros- a proyectos sostenibles, lo que supone un aumento de más del 56% respecto a 2022.
Por su parte, el pasado mes de febrero Cepsa alcanzó un hito de su estrategia 'Positive Motion', con el inicio de la construcción de la mayor planta de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa, lo que supone el pistoletazo de salida del primer gran proyecto en la nueva etapa de la energética.
La planta, que empezará a producir en 2026, se construirá mediante una 'joint venture' con Bio-Oils y supondrá una inversión total de 1.200 millones de euros.
Asimismo, en su apuesta por ser líder en hidrógeno verde, el grupo ha ido incorporando socios como Fertiberia, Enagás Renovable o Alter Enersun al proyecto del Valle Andaluz. Un proyecto que se convertirá en el mayor hub de hidrógeno verde de Europa, y anunció la creación del corredor marítimo de hidrógeno verde entre el Norte y el Sur de Europa y su plan para desarrollar la mayor planta de amoniaco verde del continente que se situará en la provincia de Cádiz.
Asimismo, dio a conocer sus planes para desarrollar la mayor planta de metanol verde de Europa en colaboración con C2X, una empresa independiente cuyo accionista mayoritario es A.P. Moller Holding formando parte de su accionariado A.P. Moller - Maersk con un porcentaje minoritario.
Claridad regulatoria
En relación con estas inversiones en hidrógeno, Wetselaar aseguró que la compañía seguirá "trabajando con el Gobierno español para generar una mayor claridad regulatoria y la asignación de subvenciones, cruciales para aprovechar todo el potencial de Cepsa y favorecer el liderazgo europeo de España en esta industria".
"Confío en que la fortaleza de nuestra compañía y el apoyo de nuestros accionistas, junto con el respaldo normativo adecuado, abrirán una nueva era para el desarrollo de energías limpias y la creación de empleo de alta calidad en beneficio de todos", dijo.
Por otra parte, Cepsa ha avanzado también en compromisos de ESG, alcanzando ya la mitad de su objetivo de reducción de emisiones de alcance 1 y 2 para 2030, establecido en un 55%, haciendo grandes progresos en su objetivo para 2025 de reducir la captación de agua dulce en zonas de estrés hídrico en un 20% y acercándose a su objetivo para 2025 de alcanzar, al menos, un 30% de mujeres en puestos de liderazgo.