El consumo total de gas natural han alcanzado los 325,4 teravatios hora (TWh) este año, lo que representa un 10,7% menos que en 2022, debido a un menor consumo eléctrico, según datos de Enagás.

En concreto, la demanda convencional, destinada a los consumos de hogares, comercios e industrias, se situó en los 229,9 TWh, debido principalmente a un mayor consumo industrial, que crecido un 3,9% hasta alcanzar los 169,8 TWh.

Mientras, la demanda de gas para generación eléctrica fue de unos 95,6 TWh, lo que supone un descenso del 30,8%, después de que en 2022 se registrara el valor más elevado desde 2010.

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Asimismo, España ha sido en 2023 el país no productor que más GNL ha reexportado del mundo, con 22,1 TWh. Además, las exportaciones de gas natural a Europa por gasoducto a través de Francia -por las interconexiones de Irún y Larrau- aumentaron un 6,1%, hasta los 37,5 TWh, contribuyendo a reforzar la seguridad de suministro energético europeo.

En el mes de abril se alcanzó el récord histórico mensual de exportación a Francia, con 6,52 TWh/mes, y el 17 de mayo se registró el récord histórico de exportación diaria, con 261,5 GWh/día, lo que supone el 98,7 % de su capacidad.

Por otra parte, Enagás destacó que, en un entorno energético europeo marcado por los conflictos en Ucrania y en Gaza, el sistema gasista español funcionó con una disponibilidad del 100% las 24 horas, todos los días del año, y mostró "una gran robustez y flexibilidad".

Niveles de llenado

En este sentido, los niveles de llenado de gas natural en los almacenamientos subterráneos terminaron el año por encima del 90% -después de haber alcanzado el 100% de llenado en agosto- y por encima del 80% en las plantas de regasificación, valores en ambos casos superiores a los del año anterior.

Además, en 2023, las plantas de regasificación españolas contaron con una elevada diversificación del suministro -con 17 orígenes de suministro distintos en 2023-, posicionando a España como un punto estratégico de entrada de gas natural licuado (GNL) de Europa.

España contribuyó a la seguridad de suministro del resto de Europa enviando gas, tanto a través de las interconexiones, como con recargas de buques de GNL que han tenido como destino otros países de la Unión Europea como Italia o Alemania. También durante se ha incorporado la Planta de El Musel (Musel E-Hub) como refuerzo de la seguridad de suministro europea.