El lamento de Olaf Scholz y su petición de que se aceleren los trabajos para poner en marcha el MidCat y otras interconexiones de gas entre la Península Ibérica y Francia que reduzcan la dependencia europea de Rusia han tenido eco en Bruselas.

La Comisión Europea apoya y anima a que se refuercen las interconexiones energéticas entre Francia y España, pero no aclara si habrá fondos de la Unión Europea 'extra' para ello, como ha pedido Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. 

Según recoge Efe, Bruselas quiere que se desarrollen los proyectos eléctricos en curso, creando también nuevas infraestructuras para aprovechar las terminales de gas natural licuado (GLN) de la Península Ibérica, que en el futuro servirían también para transportar hidrógeno.

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"Seguiremos apoyando y animando a las autoridades españolas y francesas a acelerar la ejecución de los tres proyectos existentes de interés común (...) con el objetivo de aumentar la capacidad de interconexión entre la península ibérica y Francia", ha indicado este viernes un portavoz de la Comisión Europea a la agencia de noticias.

La misma fuente ha añadido que "las inversiones adicionales para conectar las terminales de importación de gas natural licuado (GNL) en la Península Ibérica y la red de la UE a través de una infraestructura lista para el hidrógeno pueden contribuir aún más a diversificar el suministro de gas en el mercado interno y ayudar a aprovechar el potencial a largo plazo del hidrógeno renovable".

Sin embargo, el portavoz no aclara si parte de dichas inversiones adicionales serán comunitarias, aunque la puerta a esta posibilidad no parece cerrada. La Comisión desvincula su posición de las declaraciones de Scholz.

De hecho, la postura del Ejecutivo comunitario quedó reflejada en el plan Repower EU presentado el pasado 18 de mayo para reducir drásticamente la dependencia gasística de la UE con Rusia.

Cristina Pita.

Además de acelerar las conexiones eléctricas entre la península y el resto de la UE, Bruselas señalaba entonces como "esencial" construir entre España y Francia una nueva infraestructura de gas.

Se pretende que, en el futuro, esta infraestructura sirva para transportar hidrógeno limpio desde la península y desde África hacia de Europa, que, junto con la electricidad renovable, es la gran apuesta energética de la Comisión.

Además de dos gasoductos con Argelia, la Península Ibérica dispone del 33 % de las terminales de gas natural licuado de la UE, pero apenas dispone de infraestructura para que ese gas se envíe después al resto Europa

De esta carencia advertía también la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E) en su informe anual publicado el pasado 27 de julio.

Bombeo

Actualmente, España tiene capacidad para bombear unos 7.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año hacia el norte de Europa por las conexiones de Navarra (5,2 bcm) y País Vasco (1,8 bcm).

El gasoducto MidCat para conectar Francia y España gasísticamente por el Pirineo catalán, que en el pasado formó parte de la lista de proyectos de interés común de la Comisión Europea hasta que París y Madrid renunciaron al proyecto en 2019, añadiría alrededor de 7,5 bcm, para una capacidad total de exportación de unos 15.000 millones de metros cúbicos.

España quiere impulsar esa infraestructura y que cuente con financiación europea, que contribuiría a reemplazar parte del gas que hasta ahora se compraba en Moscú, cuyo principal cliente era Alemania (46 bcm en 2021). Así lo ha expresado Teresa Ribera, quien ha asegurado que la parte española del proyecto podría estar finiquitada en meses

"Si queremos tener éxito en crear un mercado de gas natural licuado, tenemos que aprovechar todo el potencial de las terminales de GNL en la Península Ibérica. Y para eso, este gas tiene que encontrar su camino hacia el resto de Europa", dijo en mayo el vicepresidente de la Comisión para el Pacto Verde, Frans Timemrmans, en la presentación del plan Repower EU.

Más allá de la tubería pirenaica, el plan Repower EU de la Comisión también apunta hacia la posibilidad de construir una nueva tubería de 700 kilómetros desde Barcelona (España) a Livorno (Italia) por el Mediterráneo, que serviría para transportar gas natural y, más adelante, hidrógeno.