La situación crítica en la que se encuentran muchas pequeñas comercializadoras por no poder trasladar a sus clientes la subida del precio de la luz ha provocado un efecto llamada para fondos de inversión internacionales que han visto la oportunidad de entrar en el mercado energético español a precio de saldo. 

Al igual que ocurrió durante la crisis de 2008 con los que fueron bautizados como 'fondos buitre' que aterrizaron en España en busca de carteras de activos inmobiliarios en posesión de la banca, el objetivo de estos inversores sería hacerse con los porfolios de clientes de comercializadoras pequeñas que tienen serios problemas de liquidez en este momento.

El objetivo de estos inversores sería aprovechar esa cartera de clientes para tomar posición en el mercado español con el objetivo de invertir en el medio y largo plazo. Entre otros motivos, porque consideran que las nuevas subastas de renovables van a propiciar que una parte de la generación quede huérfana y deje sitio en el mercado español para que compitan nuevos jugadores.

El problema de estas pequeñas comercializadoras radica en que firmaron con sus clientes contratos a medio y largo plazo con un precio fijo competitivo en su momento que se había diseñado pensando en que la entrada en el pool de más renovables iba a presionar a la baja las tarifas.

Sin embargo, lejos de ser así, las fuertes subidas de la energía en los mercados mayoristas han colocado a estas compañías en una situación crítica. En muchos casos, se está ofertando el megavatio hora (MWh) a 45 o 48 euros, cuando en el mercado el precio supera ya los 182 euros/MWh, según los datos actualizados este lunes. 

Lejos de empujar esos precios a la baja, la llegada del invierno amenaza con mantener esa subida en los próximos meses sin que estas compañías tengan el pulmón financiero necesario para blindarse ante esta tormenta.

"Las comercializadoras van a sufrir más de un disgusto y se está activando ya la maquinaria de los fondos para participar en operaciones a precio de saldo", advierte a EL ESPAÑOL Invertia un asesor del mundo de la banca de inversión experto en energía.

La primera alerta en este sentido vino procedente del Reino Unido, cuando la británica Bulb se vio forzada a buscar líneas de financiación urgente para sobrevivir en el actual contexto de precios de gas disparados. Esta comercializadora tiene operaciones en España desde hace dos años, con una base de clientes a los que captó gracias a una campaña basada en precios low cost.

Según publicó la prensa británica, Octopus Energy, una gran comercializadora de luz británica, podría salir al rescate de Bulb, lo que daría lugar a la mayor empresa extranjera de este tipo en España. Es una operación que ha sido recogida incluso por los tabloides del Reino Unido debido al impacto en los consumidores que podría tener el movimiento.

Sin embargo, las fuentes financieras consultadas consideran que existe poco margen para operaciones de este tipo en el mercado eléctrico español. Es decir, que los movimientos corporativos que se van a producir en los próximos meses van a estar liderados en su mayoría por fondos de inversión y no por otras comercializadoras que quieran liderar la consolidación en el sector.

Entre otros motivos, porque la fuerte subida del gas y los derechos de CO2 ha colocado en una situación difícil a todo el sector. Y a ello se añade, el impacto que va a tener sobre las grandes eléctricas españolas que lideran la comercialización la última batería de medidas que aprobó el Gobierno para contener la subida del precio de la luz.

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