"Cuidado". Es la palabra más repetida por los expertos del sector. La fiebre por salir a bolsa de muchas empresas renovables ha calentado el sector y no todas valen lo que dicen y las que lo valen pueden salir perjudicadas. "Hay burbuja porque hay empresas que se están valorando muy por encima de lo que debería ser", explica a Invertia Yann Dumont, CEO de la consultora de energía renovable Reolum Renewable Research.

"Es un mercado muy activo que va a deparar muchas sorpresas y en el que vamos a ver movimientos en las próximas semanas", señala por su parte Ignacio Blanco, director en el área mercantil de la firma Andersen Tax & Legal. "Pero de lo que no hay duda es de que hay una inflación de los precios de los proyectos, y esto puede llevar a una burbuja".

"El riesgo de lo que está ocurriendo estos meses es de quien invierta en renovables sin tener ni idea del sector", añade Dumont, "porque los proyectos son muy dispares y no todos valen lo mismo ni tienen la misma perspectiva de futuro".

Objetivo: conseguir financiación

En la última década, no ha salido casi ninguna empresa renovable al parqué bursátil y ahora están estudiándolo al menos media docena. Es el momento adecuado, con las políticas climáticas de medio mundo mimando al sector, con el plan de reconstrucción verde europeo tras la pandemia y una transición energética sin precedentes

Capital Energy, Opdenergy, Factorenergía, EiDF Solar, Ecoener, la filial de renovables de Acciona al igual que la de Repsol... todas preparan su debut en el Mercado Continuo pero hay que darse prisa para no quedarse la última.

"Esta fiebre comenzó hace unos meses porque los bancos de inversión han ido a ver a empresas que nacían al calor de los cambios en el sector energético", explican otras fuentes del sector financiero.

"Los inversores les han ofrecido una valoración económica y además una ampliación de capital y, por eso, han salido renovables hasta debajo de las piedras". 

De lo que no hay duda es que hay una carrera atroz por salir a bolsa, pero se arriesgan a que esa valoración haya sido muy alta. "Estamos hablando de empresas que esperan superar los 1.000 o 2.000 millones e, incluso, 3.000 millones en el mercado", puntualizan. 

"Salidas a bolsa fallidas han existido y existirán", continúa Ignacio Blanco, "lo que hay que mirar es, si detrás de esa empresa, los proyectos que presenta son realistas y son viables". Si es un parque eólico o fotovoltáico que está en un parque natural o no tiene punto de acceso y conexión, no se van a poder llevar a cabo.

Evolución a 2030

El sector renovable necesita financiar sus proyectos y, tal y como adelantó Invertia, esta es una vía para conseguirlo. Los mercados financieros y los fondos de inversión están cada vez más ávidos en participar de esta transformación energética que se está revolucionando en España.

Pero no todos los MW proyectados llegarán a su fin. En 2020, había solicitados puntos de acceso y conexión para más de 140 GW renovables, y aunque la regulación ha hecho rebajar esa cifra hasta poco más de los 100 GW, son demasiados. Por lo tanto, el valor de las carteras no se podrá confirmar al 100% hasta que se obtengan todos y cada uno de los permisos pertinentes.

El PNIEC (Plan Nacional de Energía y Clima) prevé que en los próximos diez años, hasta 2030, se instalen 55 GW, es decir, unos 5.000 MW de potencia renovable al año. "Por eso, habrá que tener cuidado en qué proyectos y en qué empresas se pone el dinero. Primero esas empresas con estrategias disparatadas tendrán que pasar de las musas al teatro", concluyen las fuentes del sector financiero.

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