El objetivo de "cero emisiones" va a ser el eje vertebrador de Repsol de los próximos cinco años. Según el Plan Estratégico 2021-2025 de la compañía multienergética, uno de sus principales pilares será el negocio de Generación de bajas emisiones, centrado sobre todo en el crecimiento en generación renovable.

Su objetivo es alcanzar una capacidad de generación de 7,5 gigavatios (GW) en el año 2025 y doblarlo en los siguientes cinco años hasta llegar a los 15 GW. Los proyectos serán principalmente eólica terrestre, "no tenemos proyectos en eólica marina flotante, apostamos más por onshore", ha dicho Josu Jon Imaz, consejero delegado de la compañía en su encuentro con los medios.

La tecnología flotante, en su opinión, no es aún rentable, pero no cierra la puerta que pudiera haber en un futuro, "no se descarta ningún proyecto". Mientras tanto, asegura que "estamos abiertos a participar en las subastas de renovables, pero esperaremos a ver cómo se define finalmente". 

Renovables más hidrógeno

Entre 2020 y 2025 incrementará la capacidad renovable a un ritmo superior a 500 MW anuales.

Entre las iniciativas que se contemplan está la ampliación en 1 GW de capacidad de la central de bombeo de Aguayo, lo que será la mayor inversión de la historia de Cantabria (700 millones de euros, aproximadamente). A esto se sumará la adquisición de activos internacionales para impulsar la expansión fuera de España.

"Aprovecharemos las oportunidades de la transición energética y a medida que avance la tecnología más todavía", ha dicho Imaz. "Por ejemplo, creemos en el hidrógeno porque somos los principales actores en España en esta industria, no solo sumamos el 62% del consumo sino que somos el principal productor".

Para la compañía, "tenemos todos los factores para conseguir la mayor rentabilidad en la producción de hidrógeno, e invertir en nuevos proyectos es una operación de crecimiento para Repsol". 

De hecho, además de los 10 MW de generación de hidrógeno que tiene en su planta de Petronor, planea 100 MW en su planta de Cartagena y otros 100 MW más en Petronor de plantas electrolíticas. Es decir, que producen hidrógeno verde con renovables. "Para ello, contaremos con una generación renovable de 750 MW (entre viento y sol), 150 MW de baterías y la central de bombeo de Aguayo", confirma.

Esto supone "una inversión de 2.000 millones de euros entre 2021 y 2026 o 2027, dependiendo de los plazos". De los 7.700 millones de euros, el 42% se focalizará en España, sobre todo los centros industriales, y por tanto, destinarán al hidrógeno más del 60% del total de sus esfuerzos.

Repsol ambiciona ser líder en hidrógeno renovable en la Península Ibérica para alcanzar en 2025 una producción equivalente de 400 MW, con la ambición de superar 1,2 GW en 2030.

Socio inversor

Para el desarrollo de más proyectos renovables, Repsol podría acudir a las subastas pero buscará otros mecanismos para poder llevar a cabo sus objetivos. Entre ellos, buscar un socio minoritario con el que impulsar este negocio, o incluso su salida a Bolsa, lo que supondrá un importante impulso para la consecución de objetivos y garantizará un mayor retorno de nuestras operaciones. 

Así, indicó que Repsol priorizará el crecimiento orgánico para las renovables, aunque siendo, eso sí, compatible con la posible adquisición de alguna plataforma pequeña, en línea con la alianza para Chile con Ibereólica cerrada el pasado verano, que le permita entrar algún país a través de su cartera de proyectos. "Es posible que en el próximo año o dos años tengamos un par de plataformas más al igual que en Chile".

"Es en este aspecto cuando se habla en el Plan de que habrá desinversiones por 1.400 millones de euros", detalla.

En total, espera que el EBITDA del área se multiplique por ocho frente al resultado de 2019, hasta los 331 millones de euros. Y las inversiones alcancen los 1.400 millones de euros anuales en 2025, ocho veces superiores a las realizadas en 2019.

Negocio industrial

En el área industrial quiere reducir sus emisiones en más de dos millones de toneladas de CO2. Abarcará las áreas de Refino, Trading, Mayorista de gas, Biocombustibles y Química.

Los siete grandes complejos industriales de Repsol en España (5), Portugal y Perú seguirán evolucionando para transformarse en hubs multienergéticos, capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono y de impulsar nuevos modelos de negocio basados en la digitalización y la tecnología.

Para abordar este proceso de transformación, la compañía se apoyará en cuatro grandes pilares: la eficiencia energética, la economía circular, el hidrógeno renovable y la captura y uso de CO2. Sólo en eficiencia energética invertirá durante el periodo del Plan más de 400 millones de euros, para reducir 800.000 toneladas de CO2 anuales y sentar las bases para transformar los centros industriales en instalaciones cero emisiones netas.

Sin embargo, Imaz reconoce que "el negocio del petróleo y del gas seguirá existiendo, e incluso me atrevería a afirmar que en 2050 más del 50% de la producción de petróleo será en operaciones y actividades que no emitan CO2, porque seguirá siendo necesario".

"Habrá activos de algunos países de los que salgamos, pero no hay ninguna desinversión reseñable". Imaz reiteró el deseo de Repsol de seguir presente en el futuro en países como Venezuela o Libia. En el caso concreto del país sudamericano indicó que el grupo ha reducido su exposición en los últimos años, hasta situarlo en torno a los 135 o 140 millones de dólares, pero señaló que Repsol quiere seguir allí, ya que es "un país con unos activos que pueden ofrecer oportunidades futuras para la compañía", a pesar de su actual complejidad política y social.

Ajustes de plantilla

Por último, Imaz no descartó ajustes puntuales en la plantilla del grupo con el fin de "ser más eficientes", pero no ha anunciado ninguno en marcha. "Defenderemos la industria en España con uñas y dientes". Y subrayó que las inversiones de Repsol en el país ayudarán a "reforzar la competitividad de la industria española y a la descarbonización".

"Siempre estaremos atentos a reducir el coste de las operaciones, a reducir el coste energético y a optimizar el mantenimiento de nuestra actividad industrial". Sin embargo, "vemos a las personas de Repsol como un activo importante y si hay momentos en que una planta determinada tiene que tener ajustes para hacerla más competitiva, hay otros negocios en los que avanzaremos y podemos buscar adaptaciones".

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