Caprabo recortó sus pérdidas, pero no consiguió abandonar los números rojos en 2020. La filial de Eroski perdió 26,6 millones de euros, frente a los 43,1 millones que se dejó en el último ejercicio previo al coronavirus. Fue la única cadena de supermercados que no se benefició del aumento del consumo durante la primera ola de la Covid-19.

La cadena de supermercados catalana logró por tanto reducir un 40% sus pérdidas en el año fiscal finalizado el 31 de enero de 2021. Todo ello, gracias a una facturación que creció por encima del 6% y saltó desde los 712 millones en 2019 hasta los 759 millones de euros, según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil. 

Un ejercicio en el que redujo además el número de tiendas que posee. A 31 de enero de 2021 tenía en explotación 214 establecimientos propios y 80 franquicias. Mientras que, a 31 de enero de 2020 ostentaba 226 establecimientos propios y 79 franquicias.

Y es que la compañía no consigue abandonar unos números rojos que viene registrando desde el año 2014, cuando notificó cinco millones de euros en pérdidas. En 2015 volvió a beneficios, pero al año siguiente la empresa registró pérdidas de 28 millones de euros.

En 2017 vuelve reponerse. Ganó 11 millones. Sin embargo, los números rojos se sucedieron a partir de ese año: 5,1 millones en 2018 y 43,1 millones en 2019. 

Esta situación junto con las condiciones de refinanciación de deuda que debía cumplir su matriz, llevaron a Eroski a cerrar en 2021 la venta del 50% de CapraboEl comprador fue el magnate checo Daniel Kretinsky, propietario del fondo EP Corporate Group.

Una operación que, según explicó la compañía, "impulsará el relanzamiento de las inversiones y de la actividad en Cataluña con la marca Caprabo y en Baleares con la marca Eroski".

Un claro ejemplo de las consecuencias económicas positivas de esta operación fue la apuesta de Caprabo por la apertura de tiendas. De hecho, cerró 2021 con 14 nuevos supermercados e invirtió unos 5,2 millones de euros en su plan de expansión.

En concreto, abrió tiendas en Barcelona ciudad, El Prat de Llobregat, Sabadell, Cerdanyola del Vallés y Mataró. También amplió su presencia en la provincia de Tarragona, con una apertura en Reus, y en Sitges. Estas aperturas generaron 116 puestos de trabajo y más de 4.500 nuevos metros cuadrados de superficie comercial.

La cadena cuenta con varios formatos de supermercado que se diferencian por su localización, el tamaño del establecimiento y la concentración de la población.

Ahora bien, estos nuevos establecimientos son de nueva generación y se caracterizan por recuperar los valores tradicionales del comercio de proximidad. 

Plan estratégico 

De cara a los próximos cinco años, Caprabo invertirá 100 millones de euros para dar un impulso a su nuevo plan estratégico.

Un plan que incluye la transformación logística, la reforma de supermercados a tiendas de nueva generación, el desarrollo de la venta online con Capraboacasa y la expansión, con nuevas aperturas en Cataluña.

Caprabo

La enseña de supermercados anunció el pasado abril la apertura de tres nuevos establecimientos en tres provincias catalanas. En concreto, en los municipios de Sils (Girona), L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y en la ciudad de Lleida.

"El objetivo para este 2022 está centrado en aumentar la presencia de Caprabo en toda Cataluña y especialmente en aquellas zonas hasta ahora huérfanas de establecimientos de la cadena", subrayó el responsable de franquicias de Caprabo, Claudio Estévez.

Protagonista en el sector inmobiliario

La cadena de supermercados también ha sido protagonista dentro del sector inmobiliario. Y es que el año pasado el gigante estadounidense Realty Properties compró 30 tiendas de Caprabo a Merlin Properties por unos 110 millones de euros. Esta fue la segunda compra que Realty Income hizo en España, tras la adquisición de siete hipermercados adquiridos a Carrefour por 93 millones. 

Cabe recordar que Merlin adquirió un portfolio de 33 supermercados en 2015 a la sociedad catalana Caboel, de las familias que fueron dueñas de Caprabo.

Desde entonces, la socimi ha ejercido como casero de esas tiendas, que han seguido siendo operadas por Caprabo. Estos supermercados suponen apenas un 1% de la cartera actual de inmuebles de la socimi, que cuenta con activos por valor de 12.893 millones.

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