Valencia

El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha aprobado este jueves la adjudicación a la empresa valenciana Baleària Eurolineas Marítimas S.A. la construcción y explotación de la nueva terminal pública de pasajeros en el Puerto de Valencia.

Esta infraestructura se va a ubicar entre el Muelle de Poniente y el Muelle Perfecto Palacio, en la zona anteriormente ocupada por el astillero de Unión Naval de Valencia, y contará con aproximadamente 100.000 metros cuadrados. La inversión prevista por la naviera valenciana radicada en Dènia para desarrollar este proyecto va a superar los 37 millones de euros, mientras que la APV aportará otros 61,8 millones de euros.

En total, cerca de 100 millones de euros para la nueva terminal pública de pasajeros, que será "una infraestructura modélica en sostenibilidad ambiental y social, accesibilidad y nuevas tecnologías", según explicó este jueves la APV. Esta instalación "se convertirá en un referente para el entorno del Puerto de València, generará valor añadido a la fachada marítima y prestará servicio a la ciudad y la ciudadanía".

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Estará destinada a atender las líneas regulares de pasajeros nacionales e internacionales, entre los que actualmente ya operan líneas entre Valencia y Baleares y Argelia, -con operativas y espacios separados e independientes-, así como tráfico de cruceros y de carga rodada o “ro-ro” (plataformas o vehículos que acceden a los barcos con sus propios medios).

Por ello, dispondrá de cuatro atraques, permitiendo uno de ellos la escala de barcos de hasta 360 metros de eslora y otro muelle de al menos 250 metros de longitud. Se construirá un pantalán central de 215 metros para el atraque de ferris.

370.000 pasajeros

Las operativas para tráfico de pasajeros regulares y cruceristas estarán separadas y con espacios diferentes. El objetivo es liderar el tráfico de personas y empresas entre la península y las Islas Baleares, con un compromiso de la futura terminalista valenciana de dar servicio a 370.000 pasajeros el primer año a ferris de líneas regulares y cruceros y hasta 472.000 en el quinto año.

Para la gestión de los cruceros, Balèaria incorporará la experiencia de Global Ports Holding (GPH), que aportará todo su know-how al proyecto y su compromiso con una oferta de cruceros más sostenible y de menor impacto ambiental.

El proyecto presentado al concurso que sacó la APV "recoge todas las aportaciones del Ayuntamiento de Valencia en materia medioambiental y cuenta con el máximo consenso", según el puerto. "La estación marítima funcionará con cero emisiones contaminantes, apostará por la economía circular y contará con un espacio para la dinamización cultural", destacó la autoridad. Sin embargo, el alcalde votó en contra de la misma al considerar su creación parte del proyecto de la ampliación norte del puerto, al que se opone.

La nueva terminal de pasajeros del Puerto de Valencia "garantiza que el 100% de la energía eléctrica necesaria se producirá en las propias instalaciones y será de origen renovable: fotovoltaica, eólica, hidrógeno renovable o biocombustible", según contrapuso la autoridad.

Espacio en el que se construirá la estación marítima. EE

Baleària propone contar con 10 mini-aerogeneradores para producir 60.000 kWh/año, paneles solares en las cubiertas con una generación estimada de 1.459.062 kWh/año, un sistema de electrólisis a partir de agua, y un sistema de pila de combustible para producir electricidad a partir de ese hidrógeno con una generación prevista de 39.525 kWh/año, entre otros.

Todos sus muelles estarán equipados con red de suministro eléctrico a los buques atracados, facilitando así parar los motores y sus emisiones cuando estén de visita en Valencia. La terminal reciclará el 100% de los residuos que genere en una planta de biometano que se construirá expresamente para este fin; y tratará los residuos de los buques y los propios del edificio para obtener biogás.

Todas estas medidas se complementarán con sistemas de control y gestión centralizada de las instalaciones, sistemas inteligentes de consumos, iluminación con tecnologías LED, sistemas de cargadores eléctricos a instalar en parkings y un sistema de seguimiento de la huella de carbono.

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