CaixaBank disparó su beneficio en el ejercicio 2021 hasta los 5.226 millones de euros, lo que supone casi cuatro veces más que las ganancias registradas el año anterior, debido a que a lo largo del año contabilizó 4.300 millones del fondo de comercio tras integrar Bankia, así como un coste neto de 1.433 millones por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y otros resultados asociados a la integración.

Sin tener en cuenta estos efectos, el beneficio de CaixaBank sería de unos 2.359 millones de euros, lo que supone un 70,8% más que en 2020, cuando ganó 1.381 millones, un ejercicio marcado por la dotación de elevadas provisiones para prevenir las consecuencias de la pandemia.

En este contexto, la rentabilidad de la entidad (medida a través del ROTE, la rentabilidad sobre el capital tangible a doce meses sin extraordinarios de la fusión) ascendió a 7,6% y la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) fue del 6,4%, frente al 5% del año anterior. Por su parte, la ratio de eficiencia sin gastos extraordinarios se situó en el 57,7%, por encima del registro de 2020 (54,5%). Con extraordinarios, la ratio de eficiencia fue del 78,3%.

Ingresos

Los ingresos del negocio principal (core) se situaron en 11.339 millones de euros en el conjunto de 2021, lo que supone una disminución del 1% en tasa interanual. El margen de intereses en el año fue de 6.422 millones de euros (-5,8% respecto a 2020), lo que el banco achaca a "un entono de tipos de interés negativos".

Los ingresos por comisiones ascendieron a 3.987 millones, con un crecimiento interanual del 6,7%, principalmente gracias a las de seguros y gestión de activos.

Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank.

Los ingresos por dividendos (192 millones de euros) en 2021 aumentaron, fundamentalmente por un mayor dividendo de BFA (98 millones, que incluye el ingreso de un dividendo extraordinario por importe de 54,5 millones). El dividendo de Telefónica, sin embargo, fue de 90 millones en 2021, frente a 100 millones en 2020.

En cuanto a la ratio de morosidad, sin contar los extraordinarios, CaixaBank cerró el ejercicio en el 3,6%, con lo que se mantuvo estable tras la integración de Bankia pero por encima de la de un año antes (3,3%).

Dividendo y recompra

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, ha afirmado que la intención de la entidad es distribuir a los accionistas más de 1.100 millones en dividendos, lo que supone el 50% del beneficio sin extraordinarios de la entidad.

"Y nuestra idea, cara al futuro, es situar nuestro pay out entre un 50% y un 60%. Además, nuestros accionistas se beneficiarán también de la intención de CaixaBank, sujeta a las aprobaciones regulatorias pertinentes, de implementar un programa de recompra de acciones en el mercado durante el año 2022, con el fin de acercar la ratio de capital CET1 a nuestro nivel objetivo", ha añadido.

Unos planes que llevará a cabo tras registrar una ratio de capital CET1 del 13,2%. En su evolución anual destacan, como extraordinarios, el impacto de la incorporación de Bankia, el registro de los costes de reestructuración y dotaciones a provisiones y la venta de la participación en Erste Group Bank. En el conjunto del año, la entidad generó 106 puntos básicos de capital de crecimiento orgánico.