El sector bancario fue uno de los más penalizados de la bolsa española tras el shock inicial de la pandemia, que hundió a unas cotizaciones ya de por sí en mínimos. Entre los inversores que aprovecharon el momento para entrar en el sector (lo que no quiere decir que mantengan hoy en día su inversión, puesto que los bancos han perdido accionistas) se encuentran algunos de los propios gestores de las entidades.

Más concretamente, los primeros espadas de la banca han desembolsado en conjunto unos 4 millones de euros de su bolsillo para comprar acciones de sus propios bancos desde que comenzó la pandemia, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El que ha realizado una mayor inversión en los últimos meses es Josep Oliu, presidente de Sabadell, que pagó 1,18 millones de euros en dos compras de 2 millones de títulos del banco tras los últimos resultados, a razón de 0,6 euros cada uno. Las acciones del banco tocaron su mínimo histórico meses atrás, en octubre del pasado año, en los 0,262 euros, si bien desde entonces hasta ahora han logrado revalorizarse un 133%.

Confianza

Algunos directivos realizan compras de acciones de los bancos a los que se incorporan como muestra de confianza en la gestión y el futuro de la entidad, aunque no siempre es así. Muy conocido es el caso de Emilio Saracho, expresidente de Popular, que durante su breve paso por el banco no llegó a adquirir acciones.

La tónica general entre los banqueros que se han sumado recientemente a la primera línea de los grandes del sector es realizar compras, como la inversión que hizo César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, en la entidad a la que se incorporó a principios de este ejercicio por casi medio millón de euros. El directivo compró 775.435 acciones a unos 0,64 euros el pasado mes de junio. Previamente, Jaime Guardiola, su antecesor en el cargo, desembolsó 228.000 euros en marzo del año pasado.

Es también el caso de Manuel Menéndez, al que el consejo de administración de Unicaja acaba de nombrar nuevo consejero delegado tras la integración de Liberbank y que ha desembolsado esta misma semana 100.000 euros en más de 130.000 acciones de la entidad andaluza, a razón de 0,75 euros por título.

Desde que empezó la pandemia, los títulos de Unicaja registraron su precio mínimo en 0,44 euros por acción, en mayo de 2020, y desde entonces hasta ahora han aumentado un 73% su valor.

Compras en Bankinter

Por su parte, desde que comenzó la pandemia, María Dolores Dancausa ha invertido en Bankinter, el banco que dirige, casi 800.000 euros, con lo que ha adquirido más de 187.000 acciones en dos operaciones diferentes, una en marzo de 2020 y otra en enero de este año.

Las acciones de la entidad llegaron a la pandemia con un precio por encima de los 5 euros y tocaron fondo en abril del año pasado (3,104 euros), tras lo que se han revalorizado un 54%.

Los gestores de los bancos más grandes del país también han hecho inversiones en sus propias entidades a lo largo de la pandemia. José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, gastó 574.000 euros en comprar 175.000 acciones del banco a finales de febrero del año pasado, justo cuando los bancos empezaron a caer fuertemente en bolsa por la llegada de la Covid-19 a Europa.

La acción de la entidad tocó suelo durante la pandemia en 1,474 euros, precio al que llegó en septiembre de 2020, mientras que en la sesión del martes cotizaba ya en 3,26 euros (+120%).

José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, durante la presentación de resultados del primer semestre.

Onur Genç, su homólogo en BBVA, invirtió 396.500 euros en dos compras efectuadas en mayo y agosto del año pasado, a 2,7 euros y 2,53 euros por acción, respectivamente. El precio mínimo registrado por BBVA durante la pandemia tuvo lugar en octubre del año pasado, en 2,257 euros, tras lo que la cotización ha incrementado su valor un 158%. Es el banco que más se ha revalorizado desde estos mínimos.

Por su parte, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, invirtió en el banco 209.000 euros tras comprar 100.000 acciones en marzo de 2020. Poco después, en mayo del pasado año, CaixaBank tocó su cierre mínimo de la pandemia en 1,522 euros. Desde entonces, su valor es un 73% superior.

Sin embargo, los banqueros han aumentado durante los últimos meses sus posiciones en las entidades no solamente a través de compras, sino también al recibir sus respectivos bonus, algunos correspondientes a retribuciones en diferido de años previos a la pandemia, dado que tras la llegada del Covid algunos renunciaron a su remuneración variable de 2020.

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