Guerra abierta entre autónomos y bancos por las condiciones de los préstamos avalados por el Estado para hacer frente a la crisis del coronavirus. Este lunes, el sector financiero activó estas líneas de crédito que ya estaban prácticamente agotadas antes incluso de ponerse en marcha.

Aún así, las operaciones avaladas que se han ido cerrando en las últimas horas han dejado mal sabor de boca dentro del colectivo de autónomos, uno de los más afectados por el parón económico en España. “Hay solicitudes que ni siquiera se han concedido porque consideran que tenemos mucho riesgo”, indican fuentes del sector, recordando que, precisamente, el ICO avala el 80% de los préstamos para créditos y pymes, frente al 20% de riesgo que asume la banca.

En este sentido, desde el sector solicitan al Gobierno que modifique algunas de las condiciones del primer tramo de 20.000 millones de euros de cara a la siguiente ronda que el Ejecutivo ya negocia con las entidades. De hecho, fuentes del sector bancario confirman que, ante la avalancha de peticiones y el ritmo de cierre de operaciones del lunes, solicitarán que las pymes y los autónomos tengan más peso en el reparto del siguiente tramo.

Menos intereses

Los autónomos critican las diferencias que los bancos están teniendo a la hora de conceder préstamos avalados frente a las empresas. "Para las empresas los intereses rondan el 1,5% mientras que para los autónomos suben al 2,5%", critica Eduardo Abad, presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA)

"No entendemos esta diferenciación", advierte. En este sentido, Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA, considera que una buena medida para los próximos tramos de avales sería que el propio ICO establezca límites, por ejemplo, a los tipos de interés. Desde el sector recuerdan que esto ya se hace en los préstamos avalados por el ICO para el sector turístico, que permiten a las empresas solicitar hasta 500.000 euros en liquidez con un tipo de interés de hasta el 1,5% de máximo, incluidas las comisiones.

Las fuentes bancarias consultadas insisten en que las operaciones que se han cerrado hasta ahora se estudian “una a una”, aplicando el interés que corresponde según el control de riesgos de la entidad.

“En general, en todo el sector se aplica cierta flexibilidad entre el 1,5% y el 2,5%, en función del tipo de empresa o del perfil de riesgo”, indican desde el sector, incluyendo en el mismo desde un posible riesgo de impago hasta aspectos financieros como los flujos netos de efectivo, pasando por otros más particulares como la vinculación del cliente o el tiempo que lleve con el banco. 

Así, dos empresas de similares características por número de empleados o por ingresos y sector podrían encontrarse con tipos de interés diferentes, tal y como apuntan desde las propias entidades financieras.

Los autónomos critican, sin embargo, que el 2,5% que se estaría aplicando en algunas operaciones superaría incluso el 2,26% del tipo de interés medio ponderado (que incluye costes como las comisiones) que los bancos aplicaron en enero a los préstamos de hasta 250.000 euros, destinados principalmente a pymes, según datos del Banco de España. El interés medio fue del 1,56% para los créditos de entre 250.000 y un millón de euros y del 1,61% para los que superaron esta cifra.

Control de riesgos

El problema, según explica Celia Ferrero, está precisamente en los sistemas de scoring (evaluación automática de solicitudes) del control de riesgo de los bancos. “Las plataformas son automáticas y, si pides un crédito hoy, van a computar todos los datos de marzo, un mes en el que, por la crisis del coronavirus, no ha habido ingresos en las empresas, muchas ni siquiera habrán pagado nóminas o alquileres y pueden tener incluso descubiertos por el impago de otros préstamos… Así es imposible que te concedan el préstamo”, indican desde la asociación.

Ferrero indica que una posible solución es que la banca elimine de su scoring los datos de marzo y apliquen solo las cifras a 31 de diciembre de 2019. Por otro lado, apela a que la parte del 20% no avalada por el Estado lo cubran las comunidades autónomas, para que autónomos y pequeños empresarios no pasen por esa plataforma de riesgo de los bancos que, según indican, “provoca que los préstamos se estén concediendo a empresas que a lo mejor no lo necesitan tanto”.

En este sentido, Eduardo Abad critica la escasa coordinación entre la Administración central y las CCAA a la hora de repartir las ayudas. “No queremos intereses a coste cero, pero los préstamos para autónomos tienen un tipo más elevado que los que otorgan las sociedades de garantía recíproca de las comunidades, que dan créditos a un tipo prácticamente del 0%”.

Así, considera que las administraciones de cada comunidad podrían aplicar prestaciones para los autónomos en cese de actividad, lo que supondría una ayuda directa para el sector. “Si el Estado garantiza la liquidez, las comunidades deberían ofrecer otra ayuda; deben coordinarse porque hay regiones que hablan de garantizar estas operaciones en tres semanas y, en ese tiempo, si no has cogido la liquidez del ICO, estás muerto”, advierte Abad.

Estrecha vigilancia

Ante los problemas surgidos en este primer tramo de avales, y que el Gobierno intentará solucionar con las entidades para los siguientes, el sector bancario ha sentido, también, la presión de los reguladores; con el Banco de España en primera plana advirtiendo de que vigilará de cerca cualquier atisbo de malas prácticas en la comercialización de estos préstamos.

Del mismo modo, fuentes consultadas recuerdan que el ICO también estará muy atento al cierre de las operaciones pues, en el pacto firmado con los bancos, "se establece claramente que las entidades deben ser flexibles con los tipos de interés y enviar al propio ICO documentos trimestrales con los precios medios aplicados, diferenciando entre autónomos y pymes por un lado, y el resto de empresas por otro. El ICO comparará, de este modo, los intereses de las operaciones avaladas con los aplicados en otras formalizadas por las entidades.

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