Un informe independiente elaborado por Slaughter & May ha concluido que el consejo de TSB pecó de un exceso de confianza en la preparación del plan de migración tecnológica de sus sistemas a los de Banco Sabadell en abril de 2018, que provocó una caída e interrupción de sus servicios afectando a miles de clientes.

Muchos clientes de TSB vieron cómo sus cuentas se quedaron bloqueadas y no podían acceder a las mismas, siendo incluso objeto de una ola de ataques de fraudes que intentaban hacerse con sus datos personales. Este caos se desencadenó por la necesidad urgente de interconectar la plataforma de TSB en la de su nuevo propietario tras ser comprado a Lloyds, al que Sabadell debía pagar por continuar usando su servicio.

De este modo, el despacho de abogados cree que el consejo de TSB "no entendió completamente el alcance y la complejidad" de llevar a cabo este proceso que se quiso completar en un solo fin de semana, mientras que han asegurado que si hubieran usado "el sentido común" se hubieran dado cuenta de que existían evidencias que apuntaban a que la planificación tenía que haber sido cuestionada.

"Muchos problemas se podrían haber solucionado, pero tenían un calendario muy ambicioso y poco realista", ha señalado Slaughter & May, explicando que establecieron una fecha de finalización deseada y crearon un plan ajustado a la misma, sin tener en cuenta los riesgos.

Así, el bufete ha aseverado que TSB se lanzó con una plataforma que "no era estable ni estaba completa". De hecho, han encontrado que solo se realizaron pruebas en uno de los dos nuevos centros de datos que se crearon para que Sabis --la plataforma tecnológica de Banco Sabadell-- soportara la migración.

UN INTENTO DE TRANSPARENCIA 

El informe de 262 páginas, que ha sido publicado en su integridad en el afán del banco de ser "totalmente transparentes y para poder aprender de los pasos que se tomaron mal", forma parte de una serie de análisis realizados por terceros y encargados por el consejo durante estos últimos 18 meses.

A pesar del compromiso de TSB de publicar este informe, ha dejado clara su opinión de que el mismo "no recoge todos los aspectos que sí que han incluido otros expertos" y ha subrayado que no está de acuerdo con muchos puntos, sobre todo en lo referido a la "inconsistencia" de la revisión de los dos nuevos centros de datos, asegurando que eran "idénticos".

"La información que el consejo de TSB consideró en el momento en que se tomó la decisión de proceder con la migración no sugería que los clientes podrían verse afectados. La decisión se tomó tras un largo periodo de pruebas y con informes de la junta que apuntaban a que estaba todo listo", ha señalado la filial británica de Banco Sabadell.

El presidente del consejo de TSB, Richard Meddings, ha vuelto a disculparse por los problemas que experimentaron los clientes en la primavera y el verano de 2018 y ha remarcado los "significativos" esfuerzos que se han realizado y el compromiso asumido para solucionar el caos y recuperar la confianza.

En este sentido, Meddings ha señalado los cambios que se han ido realizando, como la toma de control directa de sus sistemas informáticos o el cambio de la cúpula, tras ser nombrada en noviembre del año pasado Debbie Crosbie como consejera delegada. Crosbie presentará la semana que viene en Londres el nuevo plan estratégico para la entidad.

En definitiva, Slaughter & May sostiene que la migración podría haberse hecho de manera diferente, incluyendo la necesidad de contar con una supervisión más sólida o de haberse cuestionado la exactitud de todas las pruebas, mientras que el consejo de TSB está seguro de que contó con todas las garantías orales y escritas para determinar que podía proceder con la integración.