Carmona

"Cuando eres original, y la original, las posibilidades de éxito se multiplican", asegura la voz en off del vídeo. De fondo, imágenes de la célebre ginebra sabor fresa, de Puerto de Indias, que recibe en una sala plagada de rosa a los visitantes a su destilería, abierta ahora al turismo a semejanza de grandes como González Byass.

Con una inversión de 200.000 euros, este proyecto es el último paso que dan en un año frenético, en el que el private equity HIG puso en venta su participación mayoritaria -entró en 2018 asumiendo el 67% del capital- y se han acordado con los bancos nuevos vencimientos de la deuda.

La compañía, originaria de la localidad sevillana de Carmona, quiere entrar ahora en una nueva fase. Acelerar de nuevo, en resumen, con nuevas ginebras de sabores y la mirada puesta en los mercados internacionales, donde esperan este año crecer a doble dígito tras ostentar una cuota de mercado del 80% en España.

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Sobre todo corre el optimismo en lo referido a Estados Unidos y México, donde la ginebra tiene un peso muy menor al que logra en España (del 30% sobre lo que se consume) frente al whiskey o el tequila. Empujando en la hostelería y otros canales, se muestran convencidos los andaluces de que podrán incluso duplicar sus ventas este 2024.

En la idea sobre la que se sustenta la remontada tras un 2023 en el que bajaron la cifra de facturación. Sevillian Craft Spirits, sociedad propietaria de la marca Puerto de Indias, tuvo el año pasado ventas cercanas a los 47 millones de euros, frente a los 50 registrados en 2022.

La destilería de Puerto de Indias. Cedida.

Aquel fue el mejor año del último lustro, jaleado, como sucedió en tantos otros ámbitos del consumo, por la salida de la pandemia. Y si a ella achacan el gran despegue, también son factores externos los que ven como responsables del dato inferior en 2023: una inflación desbocada y hasta el incremento del Euríbor, que han contenido el gasto en productos que no eran de primera de necesidad.

Un contexto adverso en el que la compañía ha atravesado también sus particulares olas. Los últimos meses han estado marcados por el intento de desinversión de HIG, que recurrió a Rabobank en busca de pretendientes. 

Nuevo vencimiento de deuda

La lista de interesados incluía, según se señaló, a Bardinet y Cutty Sark, e incluso se había percibido simpatía de Bacardi, Campari, Pernord Ricard y Maison Ferrand. En la primavera de 2024, el proceso sigue sin cerrarse. "Estamos muy tranquilos", dan por toda respuesta en la compañía. 

Paralelamente, se han otros pasos con la banca. La empresa ha acordado con los bancos un nuevo vencimiento con diferentes hitos del préstamo sindicato que tienen con diversas entidades, entre las que figuran Bankinter, Caixabank, BBVA y Pichincha.

Salto al turismo

Algo "bastante habitual", insisten. El movimiento les da aire para acometer sus siguientes pasos. Uno de ellos ha sido lanzarse al turismo a semejanza de otros actores del sector dentro del Marco de Jerez, donde triunfa la fórmula de visita a los centros de producción de licor.

Así alumbran la reconvertida destilería de Carmona, punto de inicio de la leyenda de Puerto de Indias: una ginebra con sabor a fresa que se obtuvo al macerar fruta por error.

Los diferentes tipos ginebra de Puerto de Indias. Cedida.

Siguen aquí sus alambiques, los primeros de cobre y los modernos, con capacidad para destilar hasta 1.000 litros al día. Y aquí aún se destila antes de llevar el producto a las modernas instalaciones que levantaron justo antes de la pandemia, y que están a quince minutos de la destilería original.

El desuso al que se abocó entonces el recinto pretende ser ahora aprovechado para visitas turísticas y también eventos corporativos. A semejanza de lo que ocurre con las bodegas del Marco de Jerez, ofrece varios tipos de tour, a partir de 15 euros por persona, para conocer el proceso de elaboración de esta ginebra, que cuenta ya con 8 referencias en el mercado -las últimas, limón y melón-, la historia de la compañía y permite incluso la opción de elaborar una ginebra propia en talleres de dos horas y media.

Bodega de la destilería. Cedida.

Es un proyecto por ahora sin objetivos económicos ni plazos para recuperar la inversión inicial, cifrada en 200.000 euros. La compañía calcula que en un año a pleno rendimiento el proyecto podría generar unos 400.000 euros, pero insiste en que no es un objetivo, sino una aspiración relajada. 

Pese a situarse a media hora de Sevilla en coche, sostienen que de momento la afluencia es buena. "Es una ginebra con muchos fans, vienen también muchos extranjeros", sostienen desde la empresa, que tiene ya presencia en 57 países y fabrica hasta 6 millones de botellas anuales. Todo gracias a un error en la destilación.