Desde la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) denuncian que las compañías del selectivo liquidaron sus facturas en un periodo medio de 191 días, triplicando el plazo legal permitido (60 días) durante 2020, y aumentando 15 días más respecto a 2019. En contraste, cobran prácticamente a 60 días de sus proveedores, tal y como marcan las legislaciones europea y española.

Los miembros de la plataforma han llegado a esta conclusión después de realizar un análisis de los balances del sector no financiero del Ibex 35 y el resto del mercado continuo a partir de los datos publicados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) referidos a 2020. 

Para el presidente de la PMcM, Antoni Cañete, ante el actual contexto de la pandemia, "las pymes y autónomos necesitan urgentemente una inyección de liquidez sin coste". Asimismo, se pregunta "por qué muchas pymes tuvieron que pedir préstamos al ICO y endeudarse poniendo en peligro su continuidad, mientras que algunas de las empresas cotizadas continúan incumpliendo la ley de pagos".

Desde la plataforma plantean que los fondos Next Generation se les conceda únicamente a empresas no morosas y que se instaure el régimen sancionador que multaría a las empresas morosas y lleva parado 9 meses en el Congreso. Además, las administraciones públicas y los contratistas principales de concursos públicos deberían dar ejemplo pagando en plazo.

Según la estimación que ha realizado la PMcM, los balances de la CNMV ponen de manifiesto que en 2020 la morosidad de las compañías del selectivo alcanzó los 58.427 millones de euros. Explican que "se apreció un incremento del 9% en el plazo medio de pago de las empresas no financieras del Ibex, aumentando en 15 días el tiempo de liquidaciones respecto a 2019, pasando de 176 a 191. También se registró un ligero empeoramiento (3%) en el plazo medio de cobro de las empresas no financieras del Ibex".

Morosidad por sectores económicos

Los principales sectores de actividad de las compañías cotizadas presentan un empeoramiento general en los plazos medios de pago, continuando sus tiempos de liquidación fuera de los límites que marca la Ley. En 2020, el plazo medio de pago de las sociedades cotizadas no financieras fue de 200 días, lo que ha supuesto un incremento del 8% sobre 2019, que fue de 186. El sector que más aumentó su tiempo de liquidación fue Energía, con un 26%, seguido de Industria con 8%, mientras que disminuyó en Construcción e Inmobiliario un -2%, y en el sector Comercio y Servicios un -6%.

Los datos analizados revelan que el sector Comercio y Servicios es el que registra una mayor demora en la liquidación de sus facturas. Sus plazos medios de pago llegaron a los 294 días en 2020 (y en el mismo periodo del año anterior a 312). Al sector Comercio y Servicios le sigue el de Construcción e Inmobiliario, con 275 días (5 menos que en 2019); Industria, con 178 (13 días más que el año anterior); y Energía, con 121 (25 días más).

Sin embargo, los cobros que estas mismas empresas realizan a sus respectivos clientes. En el caso de las empresas no financieras del Ibex, se sitúan en 61 días, un 3% mayor si se comparan con los plazos de cobro del mismo periodo de 2019 (59 días).

Mientras que en 2020, las empresas de Construcción e Inmobiliario cobraron sus facturas en 99 días, uno menos que en 2019 (-1%). El plazo medio de cobro de las compañías del sector Energía del Ibex alcanzó los 60 días, seguido de Comercio y Servicios (59 días) e Industria (54 días).

Incremento de activos líquidos

En 2020, de acuerdo al análisis de la PMcM, los balances de la CNMV ponen de manifiesto que las empresas del selectivo tenían en cartera unos 58.427 millones de euros sobrepasando los 60 días legales.

En este análisis se observa como las empresas del Ibex atesoraron en 2020 mucha más liquidez que en el año anterior, con un considerable aumento del efectivo y activos líquidos equivalentes de un 29% de media, con sectores como el de Energía y el de Comercio donde se eleva al 40%.

Antoni Cañete, presidente de la PMcM sostiene que "no es tolerable que acumulen el líquido en vez de destinarlo a pagar en plazo a sus proveedores. Algunas de estas grandes compañías se financian, en cierta manera, a costa de sus propios proveedores, en su mayoría pymes y autónomos, vulnerando la ley a través del uso de su posición de dominio. A esto se suma la falta de aprobación del régimen sancionador en el Congreso, proporcionándoles impunidad".

Tal y como alertan compañías de calificación, el riesgo de impago de la deuda de nuestras grandes empresas no deja de crecer. De hecho, "hemos detectado un importante número de compañías del selectivo cuyos resultados de explotación no alcanzan para hacer frente a sus gastos financieros. Esta situación puede empeorar en el futuro si llegan a materializarse los enormes importes negativos detectados en las cuentas de otros resultados integrales", advierte Cañete.

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