Rolls-Royce estudia la venta de distintos negocios, incluyendo la española ITP Aero, con el fin de obtener alrededor de 2.000 millones de libras (2.233 millones de euros), después de que el fabricante británico de motores haya registrado pérdidas de 5.378 millones de libras (6.003 millones de euros) en los seis primeros meses del año, según ha confirmado la empresa.

"Hemos identificado una serie de posibles ventas que generarían ingresos de más de 2.000 millones de libras, incluidos ITP Aero y otros activos", ha señalado el consejero delegado de Rolls Royce, Warren East, durante la presentación de las cuentas de la compañía, donde ha advertido de que, dada la incertidumbre en el sector de la aviación civil, la compañía sigue evaluando opciones adicionales para fortalecer el balance para salir de la pandemia en una buena posición para capitalizar las oportunidades a largo plazo.

En el primer semestre, los ingresos subyacentes de ITP Aero sumaron 346 millones de libras (386 millones de euros), un 24% menos que en el mismo periodo de 2019, mientras que el beneficio operativo disminuyó un 69%, hasta 10 millones de libras (11 millones de euros).

Con sede en Zamudio (Vizcaya), ITP Aero contaba en 2019 con una plantilla de unos 4.000 empleados y presencia en México, Reino Unido, Malta e India, además de España.

Por otro lado, Rolls Royce informó de que en la primera mitad del año registró pérdidas de 5.378 millones de libras esterlinas (6.003 millones de euros), frente al resultado negativo de 28 millones de libras (31 millones de euros) contabilizado en el primer semestre de 2019, mientras que los ingresos de la compañía cayeron un 20,8%, hasta 5.824 millones de libras (6.502 millones de euros).

Entre las distintas unidades de negocio de Rolls Royce, los ingresos subyacentes de la división civil bajaron un 37%, mientras que los de sistemas eléctricos cayeron un 11% y el negocio de ITP Aero disminuyó un 24%. Por su parte, la división de defensa incrementó un 2% su facturación subyacente.

"La pandemia de Covid-19 ha afectado sustancialmente a nuestro desempeño de 2020, con un impacto sin precedentes en el sector de aviación civil por la cancelación de vuelos en todo el mundo", ha subrayado East.

No obstante, el máximo ejecutivo de Rolls Royce ha destacado los "progresos significativos" en la reestructuración de la compañía, que el pasado mes de mayo anunció un ajuste de al menos 9.000 puestos de trabajo en todo el mundo, algo más del 17% de su plantilla global.

En este sentido y de cara al futuro, la multinacional ha advertido de que la incertidumbre sigue siendo alta, particularmente en torno a la flexibilización de las restricciones de viaje y el ritmo de recuperación económica, por lo que espera una recuperación gradual de la actividad en aviación civil hacia finales del segundo semestre de 2020.

En el caso del área de sistemas, la compañía confía en que la mayoría de los mercados se recuperen para finales de 2021 y que los ingresos vuelvan a los niveles de 2019 en 2022, mientras que prevé que el desempeño en defensa se mantenga resistente durante todo el período.

Por otro lado, el consejo de administración de Rolls Royce ha decidido no recomendar el pago del dividendo final correspondiente al ejercicio 2019 de 7,1 peniques por acción, lo que permitirá ahorrar unos 137 millones de libras esterlinas (153 millones de euros), y por la misma razón no ha aprobado el pago de un dividendo provisional con cargo a 2020.

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