El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha compartido este miércoles con los analistas de la compañía un plan de acción basado en seis puntos que marcará su hoja de ruta en los próximos meses en los que el Covid-19 va a seguir alterando la cuenta de resultados de las empresas.

Su intervención se ha producido después de que el grupo energético haya anunciado una caída en su beneficio del 41,6% frente al mismo trimestre del año anterior por los efectos que el confinamiento ha tenido sobre el consumo de energía y la caída que han experimentado las materias primas en las últimas semanas.

En este difícil contexto, Reynés ha querido mandar un mensaje de calma al mercado al prometer que mantendrá dividendo y ha avanzado que acudirá a arbitrajes si fuera necesario para revisar sus contratos multimillonarios de gas

"El mundo ha cambiado tanto que no podemos mirar a otro lado en el precio de las materias primas", ha explicado a los analistas en una conference call.

La empresa de gas y electricidad confía en que los primeros resultados de estas renegociaciones de contratos puedan anunciarse ya en verano y tener efecto entre 2020 y 2021. Pero no descarta complicaciones que puedan desembocar en arbitrajes. No obstante, según ha explicado la empresa, en los contratos que tiene firmados se contempla esta posibilidad de renegociar los precios.

Entre otros, Naturgy tiene contratos de compra de gas con países como Egipto, Argelia, Omán, Nigeria, Noruega o Rusia.

El directivo ha querido explicar de primera mano al mercado cómo hará frente a la gestión de Naturgy en los próximos meses en los que de momento, no modificará el plan estratégico, aunque sí tomará decisiones importantes que ha resumido en seis puntos.

Volver a trabajar

Dentro de ese plan de acción, la primera prioridad será garantizar la seguridad de la vuelta al trabajo de sus empleados, ya que en este momento, un 75% de la plantilla está teletrabajando y otro 25% trabaja de manera presencial.

El segundo punto, en el que se empezó a trabajar ya hace semanas, pasa por preservar la liquidez de la empresa y fortalecer el balance.

Precisamente, gracias a su músculo financiero Naturgy ha puesto en marcha iniciativas para ayudar a sus clientes con el pago de facturas en estos momentos difíciles. La compañía cuenta con una bolsa de liquidez de 9.700 millones de euros.

Reynés ha explicado que el tercer pilar de su plan es "adaptarse a la nueva realidad rápido" con los citados arbitrajes.

Mientras, el cuarto de los objetivos será reforzar la relación con los reguladores. Tras las fricciones que mantuvo el pasado año con la CNMC por la revisión de los peajes, el directivo ha señalado que "la relación con los reguladores hoy es más cercana que nunca y será para preparar un futuro mejor".

En quinto lugar, la ejecutiva de Naturgy adaptará sus inversiones a las nuevas circunstancias económicas. "Será mejor invertir en unos países que otros", ha explicado. "Pero el objetivo es claro: queremos reducir volatilidad y aumentar la visibilidad. Seguiremos con la rotación de nuestro portfolio", ha afirmado. Y todo ello para llegar al último punto que consistirá en "intensificar la transformación" en la que ya estaba inmersa la empresa. 

"Estoy convencido de que todos resurgiremos con plena energía", ha concluido Reynés. "Lo que pase hoy nos dejará mejor preparados que hace dos años. La deuda, la duración y consecuencias de esta crisis son inciertas, pero lo que hemos hecho es tomar medidas temporales y esperar hasta que tengamos visibilidad para tomar decisiones", ha apostillado.

Mientras, la compañía suspenderá de manera temporal el programa de recompra de acciones, que asciende a unos 400 millones de euros al año y también era una forma atractiva de retribuir a sus accionistas. Pero mantendrá el dividendo de 1,37 euros con cargo a 2019, pago que pretende incrementar un 5% este año, hasta llegar a los 1,59 euros por acción.

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