Las medidas para combatir el coronavirus han forzado que las grandes estaciones de esquí españolas lleven cerradas desde mediados de marzo, un mes antes de lo habitual, de forma que la que iba a ser "la mejor temporada de la década", cerrará con un descenso de hasta el 25% en el número de esquiadores.



Así lo cree la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem), que explica que la Semana Santa es una de las tres grandes citas de cada temporada de esquí y que este año se preveía exitosa, tras las cifras de récord de visitantes que se lograron durante el puente de la Constitución y Navidad.



El presidente de Atudem, Jesús Ibáñez, ha adelantado a Efe que en las 34 estaciones de esquí asociadas al grupo se alcanzaron 5,67 millones de esquiadores en la temporada 2018-2019 y que, en esta, el cierre anticipado ha reducido la cifra entre un 20% y un 25%.



"El fin de la temporada el 13 de marzo dio lugar a la salida automática de los trabajadores eventuales y de los fijos discontinuos", según Ibáñez, que puntualiza que "algún grupo" ha solicitado expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para los fijos y en otros se ha aplicado el descanso retribuido obligatorio.



En su opinión, las consecuencias para el sector "van a ser muy duras, con importantes pérdidas de ingresos para las estaciones y para todos los negocios de la nieve".



Ahora, habrá que ver "qué pasa con los clientes el año que viene". Las previsiones apuntan a que el cliente de proximidad se convertirá en el más importante, "si es que tiene aún dinero para esquiar cuando llegue la nieve".



Otro problema para las estaciones públicas es que los procesos de licitación se han suspendido por el estado de alarma, "cuando su continuidad es la mejor manera de dinamizar la economía y garantizar trabajo y futuro para muchas empresas y trabajadores".



La Asociación avanzó a comienzos de la temporada que esta podría ser la mejor de la década, al presentar cifras récord en cuanto a instalaciones abiertas en estas fechas, kilómetros esquiables y calidad de la nieve.

Inversión fallida

De hecho, las estaciones de esquí españolas habían invertido un 46,5% más que en la temporada anterior, hasta alcanzar los 40 millones de euros, y esperaban superar los 5,7 millones de visitantes.



Las estaciones aragonesas del grupo Aramón (Cerler, Formigal-Panticosa, en el Pirineo Aragonés, y Javalambre y Valdelinares, en el Sistema Ibérico turolense) anunciaron el 13 de marzo su cierre y dieron por concluida la temporada. Fuentes del grupo han explicado a Efe que aún no han hecho evaluación del final de temporada y están inmersos en una "realidad complicada" que ha obligado a enfocarse en opciones como el teletrabajo.

El director comercial de la estación de Astún, Andrés Pita, ha explicado que aún están "evaluando la situación".



En el Pirineo catalán el grueso de estaciones las gestiona el gobierno autonómico a través de Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) e incluyen La Molina, Vall de Nuria, Vallter 2000, Espot, Port Ainé y Tavascán.



Sus responsables explican que no han recurrido a ERTE alguno, como tampoco las de Masella y Baqueira, dado que la temporada se encontraba en su tramo final y por las particularidades de un sector que desarrolla su actividad casi exclusivamente en la campaña invernal.



Las estaciones ven paliado el final avanzado de la campaña por los excelentes resultados cosechados desde su inicio y, principalmente, en el puente de la Constitución y la Navidad.



Tampoco ha calculado aún el revés económico que les ha supuesto esta clausura precipitada de campaña el gerente de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y Montaña (ACEM), Quim Alsina, que en cualquier caso descarta que se vaya a alcanzar un récord de visitantes que tenía cerca.



En Granada, Sierra Nevada ha clausurado su temporada invernal 2019-2020 rozando el millón de usuarios tras cerrar sus instalaciones el 13 de marzo, según datos de la Junta de Andalucía, lo que debía haber situado la temporada entre las cinco mejores campañas de invierno de su historia.



Tras el cierre de la estación, UGT ha acusado a la Junta de incumplir su compromiso de pago de los costes salariales en empresas como Cetursa, la entidad pública que gestiona esta estación invernal, cuya dirección, asegura el sindicato, ha dado de baja al casi medio millar de trabajadores desde el 31 de marzo (con carácter retroactivo) y sin comunicación oficial previa.



En La Rioja, los trabajadores de la estación de esquí de Valdezcaray siguieron desarrollando labores de limpieza y organización desde el cierre del 14 de marzo hasta el día 22, cuando se dio por terminada la temporada.



En Cantabria, la estación de esquí de Alto Campoo, que depende de la empresa de promoción turística del gobierno regional, Cantur, permanecía cerrada antes de la crisis sanitaria debido a la falta de nieve.

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