El desplome en la utilización del transporte público en Madrid que ha provocado la crisis sanitaria originada por el coronavirus va a tener un importante impacto económico para el Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM). El ente que conforman los servicios de la EMT, Metro, los autobuses interurbanos, los Cercanías o el Metro Ligero en Madrid ha comunicado que la demanda del transporte público en la Comunidad de Madrid ha caído un 89,4%.

Las primeras estimaciones indican que la caída de usuarios tendrá un impacto de 85 millones al mes en los ingresos de los principales servicios de transporte de la Comunidad de Madrid. Una red que cubre 179 municipios de la región y que, anualmente, supera los 1.500 millones de viajes.

Según los últimos datos publicados por el consorcio, las necesidades de fondos del sistema de transporte de Madrid supera los 2.300 millones de euros al año. Los ingresos tarifarios suponen unos 950 millones. El resto son aportaciones de la Comunidad de Madrid, valoradas en 1.365 millones; el Ayuntamiento, unos 150 millones; y el Estado, 126 millones. Unas cifras con las que el CRTM cosechó un superávit de 393 millones de euros, según el último informe anual publicado en 2017.

Ahora, la crisis del coronavirus está impactando de forma directa en una red que sigue manteniendo su servicio para garantizar que los ciudadanos puedan desplazarse tanto por trabajo como por cuestiones de salud, pero que ha visto como los ingresos se esfuman. Una situación que, con mucha probabilidad, va a tener que alargarse más allá de las dos semanas del estado de alarma decretado el pasado 14 de marzo.

Y es que, el transporte de Madrid ya comenzó a notar los efectos días antes igual que, una vez se supere la situación, tardará tiempo en volver a la normalidad. La plataforma de Movilidad Moovit, que cuenta con más de 750 millones de usuarios por todo el mundo, ha realizado un informe de la evolución del uso del transporte público en las ciudades en las que está presente. Sus datos destacan que hasta el 13 de marzo, el día antes de que se pusiera en marcha el estado de alarma, no se comenzaron a registrar descensos en Madrid entre sus usuarios.

Evolución del uso del transporte público en Madrid desde el 15 de enero.

Ese mismo día ya se vio una caída del 5% en la utilización del transporte en Madrid. El lunes 16 esa caída llegó al 34%. El miércoles la caída ya superó el 50%. Hoy viernes 20 de marzo las estadísticas de la aplicación de movilidad señalan que se ha superado una caída del 75% de los usuarios que utilizan su app que optan por este medio de transporte para desplazarse por Madrid.

Otras ciudades españolas

En lo que tiene que ver con otras ciudades españolas, el grueso de los descensos coinciden con el 13 de marzo. Es destacable el impacto que se ve tanto en Tenerife como en Gran Canaria. Ambas ciudades han registrado importantes descensos desde los primeros días de febrero

Concretamente, el 6 de febrero ambas ciudades ya tuvieron comportamientos de utilización de transporte público negativos. En el caso de Tenerife, entre el 15 y el 26 de febrero se ve un repunte en el que crece ligeramente pero, desde los últimos días de febrero ya se registran importantes caídas. La afectación del turismo comienza a hacerse evidente en las islas.

En el resto de España, no es hasta el propio día 14 cuando todas las ciudades registran caídas. Lo que también muestran los datos de los usuarios de Moovit es que esa caída no ha sido igual en todas las ciudades. Frente al 75% de caída en Madrid, Barcelona cae un 61%, Valencia un 67%, Bilbao un 53%. La media de caída del grueso de las ciudades analizadas por la plataforma de movilidad se queda en un 68%.

Evolución del uso del transporte público en diferentes ciudades españolas desde el 15 de enero.

En lo que tiene que ver con otras capitales europeas, el comportamiento ha sido muy diverso. Fueron las ciudades francesas las primeras en las que se comenzaron a detectar descensos significativos. Destaca el caso de Paris, ciudad que acumula caídas graduales desde el 15 de enero, muy probablemente originadas por el descenso del turismo. 

Tolouse también registró caídas desde el cuatro de febrero, así como Burdeos, que el pasado 27 de febrero entró en comportamiento negativo de utilización de transporte público. En el resto de países, destaca que Berlín se unió a las bajadas el 8 de marzo y Londres un día después. Al igual que en España, no es hasta el 14 de marzo cuando todas las ciudades ya acumulan caídas.

Evolución del uso del transporte urbano en distintas ciudades europeas desde el 15 de enero.

Desde Moovit explican que este estudio responde a la necesidad de entender cómo está afectando la crisis sanitaria al transporte. "El análisis de los datos de uso del transporte público de 22 países permite entender la dimensión global de esta crisis en la movilidad y cómo cada país ha reaccionado en diferentes tiempos y formas".

Aprender de quien ya lo ha sufrido

Y es que, en esta crisis muchos territorios en los que el impacto del coronavirus aún no está siendo muy fuerte tienen mucho que aprender de aquellos en los que los efectos ya son importantes. Desde la Unión Internacional del Transporte Público (UITP), que engloba a 1.800 compañías e instituciones de transporte de 100 países se han lanzado una serie de recomendaciones gracias a lo aprendido en Asia.

Entre las medidas preventivas puestas en marcha destacan la utilización de un tercio de la capacidad de cada vehículo de transporte público, la entrada por detrás en el caso de transportes como los autobuses que no tengan mampara o la no utilización del efectivo siempre que se puede. Medidas, todas ellas aplicadas en España.

Desde esta organización señalan que mantener el transporte público abierto es clave. Para ello hacen mucho hincapié en la necesidad de poner en valor a los profesionales del sector de la movilidad. Este colectivo al igual que los profesionales de la medicina, limpieza o la seguridad están jugando un papel clave para garantizar las condiciones del conjunto de la sociedad por lo que desde UITP se destaca la necesidad de tratarlos con el mayor de los reconocimientos y dotarlos de todo lo necesario para que hagan su trabajo de forma segura.

Para Dionisio González, director de UITP para España, "el transporte público es altamente vulnerable a las pandemias. Sin embargo, como columna vertebral de nuestras ciudades, es esencial mantener los servicios para garantizar la movilidad de los ciudadanos que no pueden quedarse en casa. Ante la excepcional caída de la demanda, confiamos en la responsabilidad y rápido apoyo financiero de los gobiernos en todo el mundo para poder seguir manteniendo nuestro compromiso permanente de servicio público antes, durante y después de esta crisis global".

En este contexto, el transporte público va a jugar un papel clave en las semanas más complejas de la lucha contra el coronavirus. Una vez se supere la crisis, la necesidad de recursos materiales para estas compañías y sus trabajadores será clave. En ese momento, será muy importante no olvidar el papel desempeñado en la primera línea de la batalla contra el virus y contra la crisis económica que le secunda.