La gran empresa habló alto y claro este lunes. Las tomas de posesión de los distintos ministros del nuevo Gobierno han sido un claro termómetro de cuáles van a ser las prioridades empresariales durante la próxima legislatura. Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana arrasaron ayer en lo que a convocatoria se refiere.

Ambos actos fueron un hervidero en el que primeros espada del Ibex y la gran empresa española no dudaron en dejarse ver y mezclarse entre los asistentes. Y es que estos dos ministerios van a tener mucho que decir en el devenir de los negocios que engloban energía, infraestructuras, transporte o vivienda. Una parte sistémica del PIB español.

Por el contrario, los actos de Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital y Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de España contaron con una presencia notablemente menor de representantes del mundo de la empresa. 

La nueva vicepresidenta 'verde' del Gobierno tomó posesión de su cargo rodeada por los máximos dirigentes de las compañías energéticas, en lo que se ha interpretado como un apoyo rotundo del sector a Ribera y a sus planes de transición energética.

En este sentido, en el acto estuvieron presentes el presidente de Naturgy, Francisco Reynés; el consejero delegado de Endesa, José Bogas; la CEO de Iberdrola en España, Ángeles Santamaría; o el presidente de Enagás, Antonio Llardén, entre otros.

Un respaldo fuerte que llega tras una de las legislaturas con más movimientos en el sector, en el que las empresas y la ministra para la Transición Ecológica han mantenido una relación muy fluida. Fruto de la misma, las compañías suscribieron el calendario para el cierre nuclear y el fin del carbón ya es una realidad palpable.

Las empresas, por tanto, respiran aliviadas con el nombramiento de Ribera. No en vano, con su 'ascenso', Sánchez alejaba los fantasmas que atormentaban a las compañías como las propuestas de Podemos de crear una empresa pública de energía o adelantar el cierre nuclear diez años antes a lo firmado.

Así pues, las eléctricas tienden la mano al Gobierno en un momento en el que la transición energética, en general, y la electrificación, en concreto, copan los planes estratégicos de las compañías. Un claro win-win que ninguna de las partes se quiere perder.

En el caso del nuevo Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Ábalos estuvo respaldado por una representación aún más variada de altos cargos. Destacó la presencia de Marcelino Fernández Verdes de ACS; José Manuel Entrecanales, Acciona; José Aljaro, Abertis; o Ignacio Madridejos, Ferrovial. Al acto también acudieron Juan Miguel Villar Mir, presidente del Grupo Villar Mir quien no dudó en interceptar al ministro segundos antes de que comenzara su discurso o Juan José Hidalgo y Javier Hidalgo, en representación de Globalia.

Del mismo modo, los presidentes de las principales patronales de construcción (Seopan, CNC y ANCI) y del transporte (Confebús) también se dejaron ver por el acto. Y es que, el nuevo ministerio no deja de ser una versión vitaminada de lo que fue Fomento. El ámbito de actuación crece y con él la capacidad de influencia de un ministerio que va a fijar gran parte de la agenda del nuevo Gobierno.

Objetivos compartidos 

Cómo explicó el mismo Ábalos durante su discurso, el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana va a jugar un papel clave a la hora de cumplir los objetivos en materia de sostenibilidad marcados por el nuevo Ejecutivo de Sánchez. "No tendremos éxito en la reorientación ambiental de España si no tenemos éxito en este ministerio" destacó. 

Dos proyectos de ley sobresalen entre los objetivos de este Ministerio para la próxima legislatura. Ábalos destacó su intención de promover una Ley de Movilidad Sostenible. Del mismo modo, el ministro hizo pública su intención de poner en marcha una Ley Estatal de Vivienda.

Dos iniciativas legislativas que impactarán de forma profunda en el negocio de muchas de las empresas presentes para las que no dudó en mandar un mensaje tranquilizador: "El sector privado va a ser el gran protagonista y, a la vez, el gran beneficiado de nuestro impulso de la sostenibilidad. Su participación será clave para que tengamos éxito".

Un discurso muy bien acogido por los presentes. Si un comentario se impuso en los distintos corrillos es que la figura de Ábalos cuenta con la total confianza de los distintos sectores sobre los que legislará. Algo que comparte junto con Ribera. La gran empresa sabe que se avecinan cambios. Por el momento, lejos de dispararse el nerviosismo por las potenciales modificaciones, se impone la confianza de que, más que problemas, los misterios de Ribera y Ábalos serán fuente de oportunidades.