BBVA afronta este miércoles su tercer día declarando en la Audiencia Nacional. El responsable de los servicios jurídicos del banco, Adolfo Fraguas, volverá este 11 de diciembre al juzgado central para responder por los contratos que la entidad suscribió durante años con empresas del excomisario José Manuel Villarejo.

El último de esos contratos se firmó en junio de 2016, cuando el actual presidente Carlos Torres era ya consejero delegado y Francisco González seguía en la presidencia de la entidad. No obstante, aquella relación con Cenyt se prolongó hasta noviembre de 2017, cuando tras ser detenido Villarejo el contrato se rescindió. Meses después, en mayo de 2018, la entidad encargó las primeras investigaciones internas sobre este asunto, tras filtrarse a la prensa su relación con el excomisario.

Durante sus declaraciones anteriores, que han sumado cerca de 10 horas, Fraguas ha sido preguntado por cada uno de los presuntos implicados en la contratación de Cenyt, pero también por lo que hizo el banco en cada uno de los casos: los espionajes al entorno de Sacyr en 2004, así como los seguimientos a Ausbanc y a clientes morosos con el banco.

Fraguas ha afirmado desconocer algunos asuntos, como el contenido de las entrevistas a las que fueron sometidos varios directivos durante la elaboración del informe 'forensic' encargado por BBVA para conocer el alcance de la trama, según fuentes de Europa Press.

El banco ha aportado a la causa documentación de esa investigación realizada por PWC y en la que también han participado Uría y Garrigues, bufete este último al que ha encomendado su defensa. Sin embargo, tal y como avanzó este periódico, la entidad no ha entregado el 'forensic' en su totalidad. 

Fraguas tampoco ha señalado a la anterior cúpula del banco de forma directa en su declaración. Sí ha apuntado que este tipo de contratos dependían del Servicio de Seguridad que dirigía Julio Corrochano.

En la misma línea, ha deslizado la posible responsabilidad de quien fuera jefe de Riesgos y después, del área inmobiliaria, Antonio Béjar, ejecutivo que fue fulminado por la entidad en julio tras responder a las preguntas del juez y los fiscales. Por el departamento de Béjar, pasaron contratos con Cenyt para la localización de patrimonio oculto de morosos.

Otro de los señalados por la investigación es el que fuera jefe de control interno de BBVA hasta el pasado mes de agosto, Eduardo Arbizu. Un directivo de la confianza de FG que también abandonó el banco el pasado verano y está apuntado por otra la investigación sobre Ausbanc y su presidente, Luis Pineda.

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