Transporte de Londres (TfL) ha decidido no renovar la licencia de Uber para operar en la capital británica debido a que ha identificado un "patrón de fallas" por parte de la empresa de movilidad, entre las que se incluyen varias infracciones que pusieron en riesgo a los pasajeros y su seguridad.

Las preocupaciones de TfL se deben al enfoque de Uber para llevar a cabo las verificaciones de los antecedentes de los conductores y denunciar delitos de gravedad, un control sobre el que la directora de licencias, regulación y cobranzas de TfL, Helen Chapman reconoce que se "han realizado mejoras", pero asegura que la TfL "no confía en que problemas similares no volverán a ocurrir en el futuro". 

"Como reguladora de los servicios de alquiler privado en Londres, debemos tomar una decisión hoy sobre si Uber es apto y adecuado para tener una licencia. La seguridad es nuestra máxima prioridad", afirma Chapman

El otro factor, apunta TfL, es el uso que la empresa podría hacer del software secreto "Greyball", el cual podría usarse para impedir que los reguladores monitoreen la aplicación.

Uber, por su parte, rechaza las afirmaciones de TfL. Asegura que no pone en peligro la seguridad pública y que nunca ha utilizado Greyball para los fines dictados por el organismo. 

Pérdidas anteriores

Esta no es la primera vez que Uber pierde su licencia en la capital británica debido a problemas de seguridad. La primera vez fue en 2017, aunque posteriormente se le otorgó una extensión de 15 meses. 

Ahora, la empresa estadounidense tiene 21 días para apelar la decisión de TfL. Si lo hace, "tendrá la oportunidad de demostrar públicamente a un magistrado si ha implementado medidas suficientes para garantizar que se eliminen los posibles riesgos de seguridad para los pasajeros", añade Chaoman. 

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