"No way, why don’t you get a job?" Dexter Holland

Mientras otros países de la eurozona y de la OCDE se enfrentaban a la ralentización fortaleciendo el empleo, atrayendo inversión y bajando impuestos, alcanzando las cifras de paro más bajas en décadas, el gobierno de España decidió conscientemente llevar a cabo la política contraria: negar el frenazo y poner todos los escollos y amenazas posibles a los creadores de empleo. El resultado no podía ser más deprimente, como confirma la encuesta de población activa del tercer trimestre del año.

¿Qué es lo que ha evitado un desplome mayor de la creación de empleo? Que se haya mantenido la reforma laboral y que el gobierno no ha sido capaz de subir los impuestos como pensaba hacer. Los desastrosos datos de la EPA hubieran sido devastadores si el gobierno llega a implementar las rigideces y subidas impositivas anunciadas. 

Pero el impacto de la brutal subida de impuestos al trabajo escondida bajo el subterfugio del SMI es evidente. El desempleo y la ocupación registran su peor dato desde 2012 y 2013 respectivamente. Es el segundo trimestre consecutivo de aumento de paro en términos desestacionalizados. Esto no ocurría desde la crisis.

En datos desestacionalizados, el paro ha subido un 0,74% en el segundo trimestre y un 1,72% en el tercero. En el acumulado de los tres trimestres de 2019 el paro ha aumentado también en términos desestacionalizados.

Ocho comunidades autónomas ya destruyen empleo neto y otras dos aumentan el empleo en menos de un 0,5%.

La creación de empleo en el sector privado se ha desplomado. Solo se han creado 35.200 empleos. En los últimos años se creaba hasta el triple. De los 69.400 nuevos ocupados de este trimestre, 34.200 son del sector público. En los últimos 12 meses los empleados públicos han crecido en 61.100 personas, el 55,97% en este trimestre.

La contratación del sector privado en el tercer trimestre de 2019 es casi cuatro veces inferior a la del mismo periodo de 2018 (35.200 comparado con 134.200 en el tercer trimestre de 2018). 

Estos datos son francamente decepcionantes y no muestran una ligera ralentización, sino un frenazo que no se corresponde en nada con los datos que están publicando otros países de nuestro entorno.

Mientras los medios gubernamentales nos hablan de una desaceleración “en línea con lo previsto” e intentan desviar la atención a otros países como los culpables, Alemania publicaba su cifra de desempleo más baja en 30 años, Reino Unido el paro más bajo en 75 años y Estados Unidos también el nivel más bajo de paro en 50 años. Hasta Francia publicaba el dato de paro más bajo en 10 años. Culpar al enemigo exterior y otras incertidumbres es simplemente faltar a la verdad. 

El frenazo del empleo en España tiene nombre y apellidos: Pedro Sánchez.

No caigamos en la complacencia de pensar que la recesión es global y otros están peor. España no tiene el colchón de Alemania y otras economías. Cuando España entra en crisis destruye empleo a gran velocidad, por eso hay que tomar medidas urgentes: reducir la burocracia, facilitar la inversión, la contratación y bajar impuestos