En un escenario en el que guardar el dinero en depósitos bancarios no solo supone renunciar a toda rentabilidad, sino también perder ahorro frente a la inflación, el Banco Central Europeo (BCE) ha puesto en el foco a la industria de los fondos de inversión a la que más de 11 millones de españoles han confiado parte de su ahorro.

El vicepresidente del organismo, Luis de Guindos, lleva tiempo tratando de meter presión a la CNMV y otros supervisores europeos para que exijan más garantías a una industria con gran influencia sobre la estabilidad de los mercados y el ahorro de los europeos, pero sometida a mucha menor regulación que la banca.

Solo en España, el patrimonio depositado en fondos y sociedades de inversión colectiva supera los 483.400 millones de euros, según los últimos datos de Inverco correspondientes al mes de agosto.

Se trata de una cuantía que año tras año no deja de crecer, ante la baja rentabilidad que ofrece la banca con sus depósitos. En los ocho primeros meses de 2019, el patrimonio de los fondos de inversión ha crecido en España en un 6,3% y el número de partícipes lo ha hecho en un 2,6%.

Con estas cifras, la sospecha lanzada desde el regulador es preocupante, si bien desde la CNMV el mensaje es muy distinto y se asegura que la liquidez de los fondos está garantizada a través de una regulación europea “muy prolija y estricta”.

Sin embargo, para el BCE esa regulación -que tomó una forma más concreta tras la última revisión de la normativa MiFID- no es equiparable a la que asiste a los depósitos bancarios, que están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos, que se nutre de las aportaciones que realizan los bancos europeos. 

En ese sentido, su vicepresidente considera que “la supervisión en la industria de fondos no es equiparable a los bancos y no hay un prestamista de última instancia”.

La preocupación en Fráncfort por el ahorro depositado en fondos es tal que según De Guindos, el alto volumen de activos confiados a la industria de los fondos de inversión representa ya “la tercera ameanza” de las detectadas por el BCE para la estabilidad financiera europea que tanto ha costado reconstruir.

Riesgo de liquidez

El temor de la institución europea es el “riesgo de liquidez” en caso de un aumento repentino de la demanda de retirada de fondos. Algo que, de acuerdo con el exministro, podría agudizarse en el caso de algunos fondos de inversión que han invertido en activos poco líquidos y han incurrido en un elevado apalancamiento.

Esta crítica pone el foco sobre los supervisores europeos, como la española CNMV o la británica FCA y todos los miembros integrados en IOSCO.

Fuentes de la CNMV explican a EL ESPAÑOL que una de las cosas que hizo MiFID en su última actualización “fue dar las herramientas para que la liquidez de los fondos estuviera garantizada”.

Se trata de una normativa que se ha traspuesto recientemente y que forma parte de una regulación más extensa contenida en directivas y reglamentos europeos que tienen que cumplir todas las gestoras de fondos en la UE “para garantizar que los fondos sean más líquidos y puedan garantizar los reembolsos”, según el supervisor español.

En ese sentido, desde la CNMV se insiste en que “todos los fondos que se comercializan en Europa garantizan la liquidez”. Pero desde el BCE se considera que se “garantiza” menos que los depósitos y se alerta de que es una industria que en ocasiones, invierte en activos de alto riesgo.

Alto apalancamiento

Una situación que afecta más a Estados Unidos que a Europa por el mayor apalancamiento de muchas operaciones cerradas por gestoras allí radicadas.

”La industria de fondos ha ido adquiriendo cada vez más presencia. Sus activos bajo gestión superan en muchas áreas a los activos de los balances bancarios. Se ha buscado rendimiento con activos menos líquidos y con una creciente apelación al apalancamiento”, advirtió Luis de Guindos.

En caso de una caída abrupta de los mercados de bonos y acciones internacionales, que en buena medida están sostenidos por la liquidez inyectada por bancos centrales como el BCE, algunos fondos de inversión podrían sufrir grandes pérdidas.

Durante su intervención de este lunes en el X Foro Financiero organizado por Expansión y KPMG, el exministro español recordó que “hemos tenido ya algunos ejemplos con los reembolsos” de determinados fondos.

Ejemplos en la UE

En esta ocasión, no citó ejemplos. Pero en discursos anteriores en los que De Guindos ha señalado este problema, el exministro sí ha citado casos que han levantado la alarma en Fráncfort.

Entre ellos, la tormenta que desató el pasado verano el británico Neil Woodford, uno de los gestores de fondos más prestigiosos de la industria que el pasado verano sufrió una crisis de liquidez y los grandes reembolsos que se hicieron desde la gestora francesa H2O.

Unas alarmas que ya han hecho que algunas grandes gestoras de fondos salgan a calmar a los inversores en los últimos meses asegurando que cuentan con capital tangible en su balance y líneas de financiación para proteger sus fondos en situaciones excepcionales.

El número dos del BCE también ha aludido en el pasado a la gestión de los llamados UCITS (Organismo de inversión colectiva en valores mobiliarios por sus siglas en inglés). Estos fondos están regulados con una directiva europea, pero cuentan con un número importante de activos no líquidos que podrían complicar su respuesta ante una repentina retirada de capital de los inversores en caso de susto financiero.