A punto de cumplirse un año desde que El Corte Inglés celebrase la Junta de Accionistas más convulsa de su historia, los accionistas de la cadena de grandes almacenes volverán a verse las caras en la reunión anual que celebran todos los años el último domingo de agosto.

Si en 2018, el reciente cese de Dimas Gimeno como presidente y la urgente refinanciación de deuda empañaron su agenda, en esta ocasión los propietarios del grupo pasarán página con la vista puesta únicamente en el futuro de la compañía.

La cita supondrá el pistoletazo oficial de la era de Marta Álvarez Guil como presidenta del grupo. La Junta de Accionistas ratificará la gestión realizada por su predecesor en el cargo y ahora consejero delegado para el área corporativa, Jesús Nuño de la Rosa, al tiempo que sentará las bases de un nuevo momento en el que por primera vez la presidencia del grupo estará en manos de una mujer de la familia fundadora.

Pese a que es una incógnita si Dimas Gimeno acudirá a la Junta como accionista, de hacerlo, el protagonismo del sobrino de Isidoro Álvarez sería limitado. El núcleo duro de los accionistas del grupo afirma estar cómodo con la nueva deriva que ha tomado la compañía y que les reportará el mayor dividendo de la última década a cargo de las cuentas de 2018.

Y es que el último año ha sido clave no solo para pacificar la cúpula, también para enderezar lo que el pasado ejercicio por estas fechas era la principal amenaza para la compañía: el control y refinanciación de la deuda.

Mejora de rating

Tras someterse al examen de las agencias de rating, El Corte Inglés lanzó el pasado otoño una emisión de bonos senior en el mercado irlandés con dos operaciones con las que colocó un total de 690 millones de euros. 

Menos de un año después de esas emisiones de bonos, el grupo logró una mejora en la nota de su deuda corporativa que se negocia en el mercado irlandés y obtuvo un 'investment grade' (que en el argot financiero significa aprobado) de Standard & Poor's.

En este momento, la principal agencia de rating estadounidense mantiene la nota corporativa del grupo a un paso de lograr ese aprobado. Conseguir dar ese salto supondría un espaldarazo importante para un grupo que nunca ha perdido de vista el horizonte de una posible salida a Bolsa en el futuro.

Tanto la colocación de deuda, como las rápidas subidas de rating han sido posibles gracias al plan de desinversiones puesto en marcha en los últimos meses. En él se incluye un porfolio elaborado por PwC para vender 95 activos inmobiliarios no estratégicos.

Además, se han cerrado otras operaciones, como la venta al grupo holandés GrandVisión de Óptica2000 con un acuerdo para que sus establecimientos permanezcan dentro de los grandes almacenes.

De este modo y según datos facilitados por la empresa, en el último año, la deuda del grupo se ha reducido en 467 millones de euros, hasta 3.367 millones.

Dividendo de 75 millones

Mientras ponía en marcha su plan para reducir deuda, el gigante del triángulo verde ha incrementado su cifra de negocios consolidada un 1,1%, hasta 15.783 millones de euros. También su beneficio neto ha crecido un 27,7%, hasta 258,2 millones, según las cuentas que este domingo se someterán a la aprobación de la Junta de Accionistas. 

Partiendo de esas cifras, El Corte Inglés repartirá entre sus accionistas el dividendo más alto de la última década con cargo a los números del ejercicio 2018. En concreto, se repartirán 75 millones de euros, un 25% más que en el año anterior.

Esa cuantía se distribuirá entre la Fundación Ramón Areces (propietaria de un 37,39% del grupo), Cartera IASA (22%), el jeque árabe Al Thani (10,3%), Corporación Ceslar (9%), Cartera Mancor (7%) y accionistas minoritarios (8%). El 6% restante se empleará para remunerar a la directiva.

En el Orden del Día de la Junta de Accionistas también figuran otros puntos para mejorar la eficiencia. Entre ellos, la fusión de Bricor y El Corte Inglés, una operación con la que esperan lograr sinergias en el área de compras y ventas sin perder oferta comercial.

Tricefalia en la cúpula

Sin embargo, el principal acuerdo que saldrá de esta cita será la aprobación del nombramiento propuesto por el consejo de administración de Marta Álvarez como presidenta del grupo.

Tras lograr la ratificación de los accionistas, Marta Álvarez tomará las riendas del grupo sin perder del radar a Nuño de la Rosa, un hombre de su máxima confianza, que seguirá teniendo un peso muy destacado en la gestión como consejero delegado encargado del área corporativa.

Junto a ellos, Víctor del Pozo completará el trípode en el que se asentará la cúpula del grupo como consejero delegado para el negocio retail.

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