Nueva investigación sobre Facebook. Las autoridades de la Competencia de la Unión Europea estarían investigando "potenciales comportamientos anticompetitivos" de Libra, la nueva criptomoneda que quiere poner en marcha el gigante tecnológico. La Comisión pone la lupa sobre la posibilidad de que este nuevo sistema de transacciones electrónicas excluya a posibles competidores.

La información revelada por Bloomberg indica que el informe preliminar de las autoridades europeas -que este mes podría concluirse- se centra en indagar datos respecto de las eventuales prácticas anticompetitivas en que podría incurrir la información que se intercambiaría y el uso de los datos que se recolecten.

Según indica Bloomberg, también existe preocupación por la posibilidad de que Facebook aproveche su poder para presionar a las diferentes aplicaciones y a los proytectos de Mark Zuckerberg de introducirse en actividades propias del sector financiero.

Tras la histórica multa de 5.000 millones de dólares cursada a Facebook por Estados Unidos, diferentes organismos manifestaron su preocupación por Libra. De hecho, Facebook tuvo que poner el freno a su último proyecto estrella, Libra, que no verá la luz hasta que se esclarezcan las cuestiones regulatorias, tras los comentarios del Banco Central Europeo y de la Fed.

Posibles nuevos Cambridge Analytica

El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, expresó a finales de julio su “seria preocupación” acerca de Libra., mientras que a comienzos de este mes las autoridades de Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Australia y Canadá también mostraron su preocupación respecto a los riesgos que supondrá esta para la privacidad de los usuarios, de acuerdo con la información que revelan medios estadounidenses.

Las autoridades de protección de datos de los citados países hicieron públicas sus opiniones sobre la red Libra, operada por Facebook y otras empresas que ejercen como socios. Así, mediante un comunicado, comentaron que la criptomoneda de la empresa norteamericana se convertiría de forma inmediata en un colector de datos de cientos de millones de usuarios.

Los reguladores y las autoridades de protección de datos sitúan el origen de su desconfianza, entre otros puntos, en los episodios que ha protagonizado Facebook respecto a la política de protección de datos anteriormente y el escándalo de Cambridge Analytica en el que quedó al descubierto el nulo control del gigante sobre los datos personales de sus usuarios.

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