Ana Botín (Santander) y Demetrio Carceller (Rodilla).

Empresas COMO LEONES

10 junio, 2019 01:19

Ana Botín quiere "cambiar el mundo" y conseguir que se alcance la igualdad real entre hombres y mujeres

"Desde mi posición quiero cambiar el mundo", decía la pasada semana la presidenta del Santander. Ana Botín reconocía que uno de sus objetivos es apoyar una economía mucho más inclusiva, y reclama para ello que los Gobiernos hagan todo aquello que sea necesario. Un cambio para el que será necesario también que haya una nueva percepción de la igualdad de la mujer. 

Botín, una vez más, decía ante centenares de estudiantes universitarios y de los rectores de las Universidades que componen Universia que es fundamental el papel de la mujer en la sociedad. Recordaba para ello que en el Santander "además de corbatas rojas, hay mujeres, unas van de morado, otras de otros colores...". Todo un síntoma de la importancia que tiene para la presidenta del Santander apostar y fomentar la igualdad. 

Basta echar un vistazo a su cuenta de Twitter en donde de forma recurrente tuitea argumentos en favor de la igualdad. De hecho, en algunos de sus post en Linkedin ha defendido también la discriminación positiva. "Además de talento, las mujeres aportan al negocio competencias complementarias a las de los hombres: mejor comunicación interpersonal, cooperación, pensamiento horizontal y capacidad de escuchar la verdad", decía en una de sus entradas en redes sociales. 

En la última Junta de Accionistas la presidenta del Santander se comprometió a alcanzar la 'paridad técnica'. ¿Qué es eso? Conseguir que la representación de hombres y mujeres no esté nunca por encima del 60% - 40%, entendiendo que esa proporción debe ser flexible entre ambos géneros. 

Un nuevo paso adelante, esta vez ante estudiantes, de una líder empresarial que da y debe dar ejemplo para conseguir que, en efecto, la sociedad avance en la igualdad entre hombres y mujeres. 

Demetrio Carceller (Rodilla) impulsa la inclusión laboral con su nuevo local

En un momento en el que la RSC está en boca de todas las empresas, es de aplaudir el paso que ha dado Rodilla en inclusión laboral. Presidida por Demetrio Carceller, que además es presidente ejecutivo de Damm, la famosa cadena de sándwiches ha abierto las puertas a un nuevo local un poco diferente al resto: estará gestionado por trabajadores con discapacidad intelectual.

Este proyecto, "uno de los más especiales" para la empresa forma parte del programa de RSC de Rodilla, que contempla como uno de los pilares fundamentales el apoyo a personas con discapacidad, fomentando su inserción social y laboral y sensibilizando sobre sus dificultades para ayudar a su participación.

Así, Rodilla ha puesto en marcha este establecimiento junto con la Fundación A la Par, con quien gestiona el local, en su 80 aniversario. Un paso que marca la línea en la que se quiere mover la empresa y que evidencia que en la compañía hay sitio para todos. Una gran apuesta de Demetrio Carceller, consciente de que la inclusión laboral debe ser una de las señas de identidad de Rodilla, en el presente y en el futuro.

Una noticia que se conoce cuando está a punto de comenzar su expansión en el continente americano, Rodilla ha superado los 155 establecimientos en España. En 2019, tiene previsto una inversión de siete millones de euros en expansión de la marca, con la apertura de 30 nuevos restaurantes a lo largo de la geografía española.