La fotografía entre el presidente brasileño, Jair Bolsonaro y el CEO de Globalia, Javier Hidalgo, ha marcado un antes y un después en las relaciones empresariales entre Brasil y España. Nunca antes un presidente de este país había dejado evidencias de las negociaciones que mantiene con empresas extranjeras. No lo había hecho ni con la presidenta del Santander, Ana Botín, ni con el de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, dos empresarios para los que Brasil supone un mercado fundamental. 

Hace unas semanas, el gobierno brasileño abrió las puertas a las aerolíneas extranjeras para operar en el mercado doméstico. Una apertura con la que Globalia se sube al tren de las grandes compañías españolas que amplían sus operaciones al país sudamericano. 

En esa apertura, Globalia parte con cierta ventaja por varios motivos: su longevidad en el país en vuelos internacionales, la presencia de empresas del sector en varios aeropuertos y los cambios normativos que se están planificando en varias regiones para atraer a las aerolíneas. 

Fue una de las primeras aerolíneas extranjeras en volar a este país. Eso fue hace más de 20 años y ahora opera vuelos directos a Recife, Salvador de Bahía y Sao Paulo. Precisamente en este estado goza de gran popularidad. Según fuentes de la aerolínea, el estado de Sao Paulo está tratando de atraer vuelos domésticos de Air Europa. Esas mismas fuentes explican que los entes públicos de esta región están contribuyendo enormemente a mejorar las condiciones empresariales para atraer a las aerolíneas, con medidas tales como una reducción de impuestos a los carburantes. 

Además, Globalia tiene en Brasil un viejo conocido español que podría tenderle la mano en su proceso de integración. Se trata de Aena. El gestor aeroportuario español gestiona también varios aeropuertos en Brasil, por lo que puede cumplir un papel fundamental a la hora de determinar las rutas que va a operar la aerolínea. 

Inversiones de más de 1.000 millones

En la reunión que mantuvieron la semana pasada el CEO de Globalia, Javier Hidalgo, el director general de desarrollo internacional del grupo, Lisandro Menu-Marque, el ministro de turismo, Marcelo Álvaro Antonio, y el propio Bolsonaro, el grupo español presentó un plan muy ambicioso. 

Desde la empresa no han dado cifras. Sin embargo,  el ministro de turismo del país declaró al diario brasileño Valor Econômico que el plan de Globalia puede contemplar inversiones de más de 1.000 millones de euros en todo el país. 

Una inversión que podría no quedarse únicamente en el sector de la aviación. Y es que el ministro brasileño declaró a ese mismo periódico que están manteniendo conversaciones para que Globalia pueda invertir no solo en el sector aéreo, sino también en grandes resorts.

A Globalia la oportunidad de entrar también con sus hoteles le satisface. Precisamente, Hidalgo expresó su voluntad de hacerlo siguiendo el modelo de gestión hotelera que la empresa está llevando a cabo en Europa y en el Caribe.