Acabar con Uber y Cabify en Madrid no va a ser un camino de rosas para el Ayuntamiento. Su intento por contentar al sector más radical del taxi y limitar la actividad de las VTC ha provocado el enfado de las llamadas VTC ‘tradicionales’. Se trata de aquellas empresas que operan con licencias de alquiler con conductor anteriores a 2008 y que, tradicionalmente, trabajan para hoteles, bodas o empresas. 

La asociación Unatur Gran Turismo, que las agrupa, clama contra el proyecto elaborado por el Ayuntamiento mete "en el mismo saco" a todas las VTC. Es decir, que las obliga -entre otra cosas- a librar dos días a la semana, uno de ellos sábado o domingo. “La gente se casa los fines de semana, ¿cómo voy a dar servicios a mis clientes?”, se pregunta Alejandro López, portavoz de la asociación. 

Si la medida se lleva a cabo y les obligan a establecer ese régimen de libranzas se verán "abocados a cerrar". "¿Voy a tener que subcontratar a otra empresa para poder trabajar con mis clientes?", insiste. Y es que, entre otras cosas, podría ocurrir que en una flota de seis coches, tres estén parados obligando a tener que buscar alternativas para cubrir la demanda de los viajeros. 

Para López lo ideal sería que el Pleno del Ayuntamiento apruebe una excepción, tal y como ha ocurrido con el reglamento del Área Metropolitana de Barcelona. Sobre todo porque, según explica, la normativa madrileña contiene cosas que las VTC tradicionales tendrían serias dificultades para cumplir. 

"Nunca me han pedido un vehículo adaptado para minusválidos", explica, mientras que el futuro reglamento para los coches de 9 plazas destinados a alquiler con conductor prevé que tengan plataforma para sillas de ruedas. Se trata, por ejemplo, de un modelo de Mercedes (en la foto) que no está homologado para poder incorporar una plataforma porque -ni siquiera- tiene tamaño en altura. Además, sólo puede ser diesel o gasolina dado que no hay versión híbrida o eléctrica.

Interior de un vehículo VTC de 9 plazas que tendrían que adaptar en caso de que se apruebe la normativa.

López cree que el Ayuntamiento sólo quiere "equiparar" las VTC a los taxis, y le parece injusto que negocios que llevan "varios años operando" se vean ahora abocados a una normativa que limita su actividad. "¿Cómo voy a tener yo un vehículo de clasificación Cero si yo viajo por toda España?", dice en relación a la normativa que favorece y obliga al cambio de los vehículos diesel a alternativas más limpias. 

La batalla acaba de comenzar y parece que va a ir para largo. 

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