El exdirector general de BFA Manuel Lagares Gómez Abascal ha asegurado que a su llegada al grupo, a principios de octubre de 2011, estaba convencido de que el plan de negocio de la salida a Bolsa de Bankia era "ejecutable".

Así lo ha indicado Lagares durante su declaración en calidad de testigo en el juicio que investiga si hubo irregularidades en la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011, un proceso que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) desde hace ya casi seis meses.

"Era difícil que, nada más entrar, yo pudiera tener una visión formada sobre la entidad diferente a la que había sido comentada y publicada en los distintos procesos públicos", ha indicado el exdirector general de BFA.

Según ha explicado, no percibió tampoco "preocupación alguna" sobre algún eventual problema para devolver las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).

Por otro lado, aunque ha remarcado que no era responsable del seguimiento de la participación de Bankia, sí que ha reconocido que a lo largo del mes de marzo de 2012 se le transmitió que el auditor estaba preocupado con conseguir "elementos de soporte de valoración" de la filial en el balance de la matriz.

En este sentido, el testigo ha subrayado que el "hecho de que la cotización de una compañía sea diferente a su valor intrínseco es algo habitual". "En el caso de Bankia, cotizaba a un precio inferior a su valor teórico", ha añadido.

Lagares ha defendido las dificultades del auditor, asegurando que su valoración "no debía ser tarea sencilla". Tal y como ha relatado, Bankia no contaba con historia de cotización en el mercado, era fruto de una fusión de siete entidades, estaba recién creada y tenía un perímetro cambiante, ya que se estaban valorando distintas operaciones.

Cuentas sin auditoría

El 4 de mayo de 2012, el grupo remitió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) las cuentas correspondientes al ejercicio 2011 sin informe de auditoría.

Lagares ha testificado que recibió un correo de Miguel Crespo, quien todavía es secretario general de Bankia, en el que se le informaba de que se "esperaba contar con el informe de auditoría en los días siguientes y, en cualquier caso, antes de la junta general".

"Realmente, digamos que sí que el proceso de formulación de cuentas me resultó atípico. Efectivamente, que se remitan las cuentas sin informe era atípico, siempre contaba con él antes", ha admitido.

Sin embargo, el exdirector general de BFA ha asegurado que "teniendo en cuenta la situación del grupo, su complejidad y el proceso de integración informativo incipiente", no le resultó extraño. "Era una situación compleja que entendí", ha apostillado.

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