El gigante audiovisual italiano Mediaset ha vetado este jueves el derecho de voto del grupo francés Vivendi en la junta de accionistas, que celebra para aprobar los resultados de 2018, y la empresa gala ha acusado a la italiana de tomar una decisión ilegal.

Mediaset ha explicado en un comunicado que la junta directiva se ha opuesto a que Vivendi y el fideicomiso Simon Fiduciaria puedan votar en la junta de accionistas de este jueves.

Vivendi puede participar, pero no votar, mientras que Simon Fiduciaria, a quien el grupo francés transfirió la mayoría de sus derechos de voto por orden de los reguladores italianos, no puede votar ni tampoco asistir.

Mediaset ha argumentado que la decisión responde a la falta de confianza que la empresa italiana tiene en la francesa, después de que esta se retirara de un acuerdo de compra del canal privado Mediaset Premium en 2016, que ha desatado desde entonces una batalla legal en Italia entre ambas.

El grupo italiano, propiedad de la familia Berlusconi, ha considerado que Vivendi no ha cumplido con sus obligaciones y por ello ha perdido sus derechos administrativos y de voto.

La decisión de Mediaset ha desatado la ira de Vivendi, que en un comunicado la ha calificado de ilegal.

"Vivendi condena la decisión de hoy de la junta directiva de Mediaset de negarle el derecho a votar en la junta de accionistas. Ni el acuerdo del 8 de abril de 2016, objeto de la disputa, ni la decisión de los reguladores italianos de abril de 2017 ni ninguna otra ley aplicable pueden impedir que Vivendi vote", se lee en la nota.

"La decisión es contraria a todos los principios fundamentales de la democracia de los accionistas. Es ilegal y está en contra de los intereses de Mediaset y, en particular, de sus accionistas minoritarios", ha añadido el grupo, que ha informado que no participará en la reunión.

Mediaset y Vivendi han estado involucrados en una batalla legal desde 2016, cuando la empresa francesa, propiedad del multimillonario Vincent Bolloré, se retiró de un acuerdo de compra del canal privado de Mediaset.

Vivendi se hizo entonces con casi el 30% del capital de Mediaset, lo que la italiana percibió como un intento de ser controlada de forma hostil, y ambas iniciaron un intercambio de acusaciones que llevaron ante la Justicia transalpina.

De forma paralela, los reguladores italianos obligaron en 2017 a Vivendi a transferir la mayoría de sus derechos de voto a un fideicomiso, Simon Fiduciaria, ante sus preocupaciones para evitar un monopolio.

Marina Berlusconi, presidenta de Fininvest, que posee el 44% de Mediaset, confirmó ayer que el coloso audiovisual italiano mantiene conversaciones con diversos agentes para firmar un acuerdo transfronterizo que cree una plataforma competitiva, capaz de plantar cara a Netflix, y en esta potencial alianza no tiene intención de incluir a su accionista Vivendi.

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