La nueva filial cotizada de energía del grupo que preside Florentino Pérez se enmarca en la nueva apuesta que está haciendo por el sector ante el auge que registra por la reactivación en varios países, entre ellos España, de planes y proyectos de promoción de energías limpias.

"Esta iniciativa pretende facilitar el desarrollo de proyectos de energía en condiciones de precio muy competitivas, contribuyendo de esta manera a la reducción de emisiones, en línea con los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda Global 2030" , indicó la compañía en un comunicado.

ACS tiene en cartera proyectos de plantas fotovoltaicas y parques eólicos que suman 10.800 megavatios (MW) de potencia, de los que 2.000 MW están ya en desarrollo o en construcción con una inversión asociada de 1.600 millones.

El grupo ya dobló el pasado año su inversión en este tipo de instalaciones, hasta situarla en 440 millones de euros.

España, dado el compromiso del Gobierno por estas energías, figura como uno de los países en los que la compañía contempla parte de esos proyectos, toda vez que además resultó adjudicatario de capacidad en las últimas subastas.

Así, en la actualidad, ACS tiene en construcción parques eólicos en Burgos y Palencia, y plantas fotovoltaicas en Zaragoza, Ciudad Real, Albacete y Cáceres, instalaciones todas ellas que suman unos 1.200 MW.

No obstante, el grueso de las instalaciones en cartera se levantará en el exterior, concretamente en México, Perú, Brasil, Chile, Sudáfrica y Taiwán, según detalla la empresa en su informe anual.

La inversión destinada a esta actividad en 2018 se empleó en proyectos de renovables en España, Reino Unido, Sudáfrica, México y Perú, y en líneas de transmisión de Brasil.

"El grupo cuenta con unas perspectivas muy favorables en el sector de energías renovables", asegura la compañía en su memoria anual.

AL AÑO DE VENDER SAETA

ACS aborda su nueva apuesta por la 'energía verde' a través de su filial industrial Cobra, concretamente, mediante la firma Bow Power, que ha pasado a controlar tras comprar la participación del 49% que tenía GIP después de vender Saeta.

Precisamente, el grupo regresa a las renovables cinco años después de que en 2014 constituyera Saeta para agrupar la cartera de activos de generación de energía limpia que tenía entonces y sacarlos a bolsa.

ACS, en alianza con GIP mantuvieron el control de esta sociedad hasta que el pasado año la vendieron al también fondo Brookfield en el marco de una OPA.

Además, el grupo acomete su nueva apuesta por este negocio en paralelo al impulso que pretende dar al de construcción y explotación de infraestructuras de transporte, tras comprar Abertis en alianza con la italiana Atlantia también el pasado año.