El asalto de Zegona a Euskaltel es inminente. Según ha publicado este periódico su objetivo es aflorar su participación real en la compañía en semanas para poder cambiar a los gestores y comenzar su plan de expansión acelerado a nivel nacional, un proceso para el que ya tienen asegurado un importante porcentaje del capital y acuerdos con otros accionistas para tener mayoría en el Consejo de Administración.

Una situación que se suma a los movimientos en Kutxabank, que deberá rebajar su participación en la compañía en los próximos meses por las regulaciones del Banco Central Europeo que sugieren a las entidades financieras reducir al mínimo sus participaciones industriales, en negocios que no son estratégicos y que no tienen que ver con su área de acción. 

Con el 21,3%, Kutxabank es hasta ahora el mayor accionista de la operadora vasca y sostenedor del actual equipo directivo, frente al 15% del fondo británico Zegona. Precisamente, la pérdida de peso del banco vasco complica la situación del presidente Alberto García-Erauzkin y el CEO Francisco Arteche. Zegona ha declarado públicamente que su intención es situar al mando del grupo a José Miguel García, responsable del éxito de Jazztel.

Ante estos movimientos, el presidente del grupo lleva semanas reuniéndose con posibles inversores españoles, para protegerse ante el eventual asalto de Zegona. Según ha podido confirmar este diario, Alberto García-Erauzkin y miembros del Consejo afines a la actual gestión han tenido reuniones informales con varios empresarios locales para sondear la posibilidad de que puedan invertir en la operadora y eventualmente asumir el testigo que podría dejar vacante Kutxabank.

Alberto García Erauzkin, presidente de Euskaltel.

Acuerdos de Zegona con accionistas

Estas reuniones exploratorias buscan blindar el capital con empresas españolas para poder hacer frente a Zegona en su intención de alcanzar la gestión de la operadora.  Zegona tiene oficialmente el 15% de Euskaltel, pero a comienzos de enero consiguió ampliar capital por 114 millones de euros además de dos contratos de préstamo por 33 millones con los que la empresa anunció su intención de adquirir otro 12,5%.

Formalmente, el fondo no ha anunciado todavía ninguna operación de relevancia, pero las fuentes consultadas indican que tienen gran parte del camino recorrido ya que han adquirido participaciones a través de distintos bancos de inversión, que aflorarán cuando den el paso definitivo hacia el control de Euskaltel.

A estos movimientos se suman los acuerdos con otros fondos para tener mayoría en el Consejo de Administración. Al acuerdo parasocial formal que existe con Talomon, que le asegura otro 1,34% de capital; ha sumado pactos con Artemis, con un 3,75% y Capital Research, con un 5,2%. Esta última es también accionista de Zegona.

En este punto, quienes recelan de la operación de asalto del fondo británico indican que si no logra comprar paquetes de acciones de manera directa deberá seguir un proceso de adquisiciones más lento en bolsa que no sería inmediato y que podría tardar dos o tres meses. Un calendario que daría tiempo al actual equipo de mover ficha para defenderse del asalto.

Eamonn O'Hare, fundador de Zegona.

Acercamientos de Zegona

Unos movimientos que van en paralelo a las negociaciones de las últimas semanas y en las que el fondo británico ha intentando acercarse a la compañía de la manera menos traumática posible. Zegona ha estado negociando en los últimos días la rendición de los actuales gestores y de Kutxabank en los términos más amistosos posibles. 

Entre sus peticiones se encuentran dos consejeros propios, otros tres que estén en su órbita, un nuevo consejero delegado -José Miguel García solo espera la llamada del fondo para ponerse a trabajar- y una salida amistosa, quizá en forma de cargo honorífico, para el actual presidente, Alberto García-Erauzkin, que perdería su actual peso en la gestión.

En medio de toda esta tormenta, las fuentes consultadas indican también que formalmente Zegona dejó de participar en el Consejo de Administración de la compañía en octubre del año pasado, cuando el representante de la entidad Robert Samuelson decidió dejarlo temporalmente para no interferir en la opa que Zegona planteó por esas fechas y que finalmente se retiró. Desde esa fecha, Samuelson no ha vuelto a participar en el máximo órgano de la compañía.

Zegona negó a EL ESPAÑOL tener participaciones a través de terceras partes o más pactos de los anunciados oficialmente. Por otro lado, si controlase esos títulos directamente o hubiera llegado a acuerdos formales con otros accionistas habría tenido que comunicárselo a la CNMV. 

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