Ana Botín considera que la decisión de no traer a Andrea Orcel como consejero delegado del Banco Santander "fue diligente y acorde al gobierno corporativo". Reconoce que la entidad no estaba dispuesta a pagar 54 millones de euros por el fichaje del directivo, en base a los valores que defiende la entidad. 

"Fue una decisión difícil pero correcta ante quienes somos responsables", ha dicho Botín en referencia a los empleados y los accionistas y ha terminado diciendo que el dinero que debía abonarse a Orcel a modo de prima de fichaje "no era asumible". 

Eso sí, la presidenta ha descartado contestar si valoran o no la posibilidad de indemnizar al que iba a ser consejero delegado en caso de que éste decida demandar a la entidad, tal y como informaba el Financial Times este martes. 

Álvarez, a futuro

La presidenta ha asegurado que José Antonio Álvarez, el actual consejero delegado, seguirá en su puesto "indefinidamente" por lo que no se le busca ya sustituto. "Tenemos un gran equipo", ha sentenciado. 

Ahora será Álvarez quien tenga que poner en marcha el nuevo plan estratégico del banco para los próximos años. El objetivo es presentarlo durante el mes de abril, pero ya se han adelantado algunas ideas básicas. 

De cara a los próximos años se pretende conseguir un retorno sobre capital tangible (RoTE) que se sitúe entre el 13% y el 15%; así como un ratio de capital de CET1 fully loaded que esté entre el 11% y el 12%. Unos objetivos que ha calificado de "muy ambiciosos". 

Estas declaraciones se enmarcan en la presentación de resultados del Banco Santander relativos a 2018. La entidad cántabra ha ganado 7.810 millones de euros, lo que supone un 18% más gracias, sobre todo, a la mejora de los ingresos en  Brasil, España, México y Estados Unidos. Una cifra con la que cumplen todos los hitos prefijados en el plan estratégico del período 2016-2018. 

El caso BBVA

Los ingresos aumentaron a euros constantes un 9% hasta los 48.424 millones de euros. Supone una cifra récord para la entidad, con un aumento del 4% del crédito y de los recursos de clientes. La clientela vinculada pasa a 19,6 millones y, durante el conjunto del año, lograron incrementar el número de clientes totales hasta los 144 millones. 

En donde no ha querido entrar la presidenta del Santander es en el caso de las escuchas de Villarejo para el BBVA, y el supuesto empuje que se daba por parte de la entidad a que Sacyr pudiera hacerse con el banco azul. Dice Botín que estamos en un proceso judicial, y que "el BBVA es un gran banco al que respetamos".

Desde el Santander también se han referido a la situación política que se vive en este momento, reclaman certidumbre de cara a los próximos años. Eso sí, Botín cree que se necesita "ortodoxia" fiscal ante el aumento impositivo que preparan el Gobierno. 

Una vez más la primera ejecutiva del Santander ha insistido en que "todo el mundo pague donde genera el beneficio. Estamos a favor de la innovación, las nuevas tecnologías, pero debe haber una competencia justa", ha dicho refiriéndose a la actividad de Google o Facebook. 

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