A LOS LEONES: Luis Gallego (Iberia) y Rubén Bartolomé (Alcoa)

Empresas A LOS LEONES

14 enero, 2019 02:15

Las turbulencias del 'brexit' acechan a Iberia ante un horizonte sin acuerdo

Iberia puede ver como gran parte de las rutas que más negocio le generan se desvanecen el próximo 29 de marzo. Esa es la fecha en la que el brexit será efectivo y, en el caso de que no haya acuerdo, Iberia puede considerarse como una línea aérea no comunitaria. 

Si quiere seguir operando en el mercado europeo, Iberia deberá demostrar que más de la mitad de su accionariado es comunitario y que este controla la empresa. En las últimas semanas la aerolínea presidida por Luis Gallego ha movido hilos, pero Bruselas no termina de creerse su plan. 

La aerolínea española argumenta que los votos por los que se gobierna la empresa se reparten entre IAG (49,9%) y Garanair (50,01%), sociedad propiedad al 100% de El Corte Inglés. Un argumento que representantes de la Unión Europea parecen no compartir.

Esta falta de confianza por parte de la Unión Europea pondría en jaque a Iberia y su estrategia. La táctica de IAG para mantener los derechos de operaciones no está funcionando y el reloj corre en contra de sus intereses. Con un, más que probable brexit sin acuerdo a la vuelta de la esquina, Iberia va a tener que agudizar su ingenio si no quiere verse en un problema letal para sus intereses.

Rubén Bartolomé (Alcoa) no propone soluciones a los trabajadores de las plantas españolas

Antes de finalizar 2018, la compañía que preside Rubén Bartolomé, ya anunció los cierres de las plantas de Avilés y A Coruña. Una decisión que supone el despido de más de 680 empleados. La compañía ha esperado varios meses hasta proponer soluciones, unas medidas que conseguían mantener únicamente 200 de los empleos que se ponían en jaque.

La dirección de Bartolomé no contempla ninguna alternativa que permita el mantenimiento de las factorías y que haga viable su compra por otro comprador, una petición que han hecho los sindicatos. Si ese comprador no aparece, los empleados de Alcoa perderían sus puestos definitivamente el 30 de junio.

Lejos de acelerar las negociaciones o de tranquilizar a los empleados, desde Alcoa se plantean medidas que no resuelven la situación de la totalidad de la plantilla. 

Se agota el tiempo para que la compañía pueda presentar un plan que no suponga despidos o recolocaciones en la planta de San Ciprián, a costa de ofrecer un plan de rentas a los empleados mayores de 57 años y que pone sobre la mesa una tercera planta de la compañía. En lugar de reducir el problema, Alcoa lo amplía dentro de su red.