La caída es, cada vez, más abultada. Dia no deja de perder valor en Bolsa, y quien está al frente, Antonio Coto, está siendo incapaz de frenar la pérdida de valor. Ni el plan estratégico que esperan los inversores se está dejando ver, ni los cambios en la cúpula de la compañía está surtiendo efecto.

Tanto es así que, salvo sorpresa mayúscula, Dia se verá abocada a abandonar el Ibex 35 esta semana. Así lo dan por hecho fuentes del mercado, que creen que el Comité Asesor Técnico invitará a la compañía dirigida por Antonio Coto a abandonar el selectivo.

Al cierre de este viernes, la cadena de supermercados Dia encabezaba las pérdidas semanales, con un batacazo del 16,92% sobre el parqué. 

Así, tras el profit warning en octubre, la situación de liquidez y solvencia de la compañía se ha deteriorado de forma extremadamente rápida. Antonio Coto tendrá que desvelar pronto cuáles son sus planes si quiere salvar a la compañía; una explicación que, sin duda, estará muy influenciada por el ruso Fridman, mayor accionista de la cadena.

Luis del Rivero "ha incumplido sus deberes de diligencia y lealtad y, en concreto, por su gestión en la refinanciación del crédito sindicado sobre las acciones de Repsol, [gestiones] que situaron a Sacyr al borde del abismo y de la desaparición". Así de contundente se mostró el Juzgado de lo Mercantil número 10 de Madrid con el expresidente de la constructora en su demanda por su despido.

Con este argumento el Juzgado no sólo rechazó la pretensión del empresario de que Sacyr le indemnice por su adiós, sino que avaló la decisión del Consejo de la constructora de revocarle todas sus facultades ejecutivas. 

Una sentencia que juzga de manera muy dura la gestión del directivo por no informar a los consejeros de Sacyr durante uno de los momentos más complejos de la historia de la empresa. En el caso del crédito de Repsol, que puso en jaque a la compañía (según dice la propia magistrada que juzga el caso), la sentencia afirma que Del Rivero "asumió la responsabilidad y gestión de la renegociación" del crédito Repsol y lo hizo "sin informar al Consejo de Administración de las gestiones (...) ni de que la estrategia por él definida no estaba funcionando".

La sentencia afirma que su cese como presidente "fue debido a incumplimientos imputables al mismo", lo que excluye toda posibilidad legal de indemnización. Por esta razón, Del Rivero no recibirá los 8,4 millones de euros que reclamó a la constructora ni los 555.592 euros a los que decía tener derecho por los 20 días trabajados entre el 1 y el 20 de octubre de 2011.

Con esta decisión judicial se debería poner fin a uno de los capítulos más difíciles de la historia de Sacyr, que en este tiempo ha logrado abandonar sus problemas económicos para situarse como uno de los referentes de la construcción internacional, desarrollando obras tan importantes a nivel internacional como la ampliación del Canal de Panamá.