Ryanair, una de las empresas más queridas y odiadas a la vez por los viajeros. Sus nuevas políticas generan polémica la mayor parte de las veces al no ser del agrado de los clientes. Lo primero que estos piensan cuando instauran una nueva medida que no les gusta es que la compañía quiere cobrar por todo. Sin embargo, en muchas ocasiones, el cliente paga de más porque no lee con cautela las características de algunos servicios, porque no se fija en qué ofrece la aerolínea cuando modifica alguna política y porque no hace cuentas. 

A lo largo de todo el proceso de compra, Ryanair ofrece una serie de servicios cuya rentabilidad varía en función de las necesidades de cada persona para el vuelo. No es nada ilegal, simplemente que ciertos compradores no se fijan y pagan por cosas que, haciéndolo de otra forma, les resulta más barato. Algo de lo que la aerolínea se aprovecha.

Para redactar este artículo, la redacción de empresas de EL ESPAÑOL ha comprobado qué opciones de pago y servicios ofrece la compañía y cuáles son los más rentables. 

Para ello, se ha simulado la compra de un vuelo de Madrid a Hamburgo para los días 19 y 27 de enero (trayecto ida y vuelta). Al seleccionar la hora del vuelo, la aerolínea ofrece 3 tarifas: la estándar, la tarifa plus y la flexiplus. 

La triple tarifa con gancho 

La primera de ellas, la estándar, es la más barata. El problema es que esta tarifa no incluye la maleta (ni en bodega ni en cabina). Es decir, sólo permite llevar un bolso pequeño que quepa debajo del asiento. Para los que quieren llevar maleta de mano (además de un equipaje de 20kg en bodega), ofrece la tarifa plus, que incluye también la reserva del asiento. ¿El problema? El precio del vuelo pasa de 44,56 euros a 114,34 euros. Es decir, el doble que la estándar. 

Aquí entra en juego la falta de atención porque si se añaden los complementos de la tarifa plus a la estándar, sigue beneficiando la estándar. Facturar una maleta de 20kg (desde el momento en que compras el billete de avión, porque luego sale más caro) cuesta 25 euros por trayecto, según la aerolínea. En este caso, al ser de ida y vuelta, 50 euros. Por otro lado, pagar el servicio de embarque prioritario para llevar una maleta de mano en el avión cuesta 12 euros (seis por trayecto) y la reserva del asiento, seis euros (tres por trayecto). El resultado es 112,56 euros, dos menos de lo que cuesta la tarifa plus. 

Por último, está la flexiplus, que permite llevar dos piezas de equipaje de mano, reservar cualquier asiento, Fast Track (servicio que permite ahorrarse la cola en el control de seguridad), facturación gratuita en el aeropuerto y billete flexible. Las condiciones son ventajosas, pero el precio se dispara hasta los 141,88 euros. En este caso sí compensa. Lo primero es que la modificación de un billete de avión con Ryanair, según la aerolínea, cuesta entre 30 y 90 euros. En el supuesto de que sea la tarifa más barata, si a los 112 le sumas los 30 euros son 142,56. Aunque la diferencia es mínima, ya es mayor que la tarifa que ofrece la compañía. 

Asientos y equipajes de mano  

En esta simulación se ha optado por la tarifa estándar, la más barata. Justo después de confirmar los trayectos, se abre un mensaje push que te recomienda reservar un asiento por 3 euros (a veces menos, porque ofrece un descuento). Si no se contrata este servicio y se viaja acompañado, las posibilidades de que cada uno se tenga que sentar en una punta del avión son bastante elevadas. Asimismo, parte de los viajeros optan por pagar este servicio para no viajar solo. De hacerlo, ya son seis euros (tres euros por cada trayecto) que se suman al precio del billete de avión y que Ryanair se embolsa a mayores de lo previsto para el vuelo.  

En la simulación de El ESPAÑOL no se ha querido pagar el servicio y se ha seguido con la compra. Ahora llega el segundo punto en el que más pican los viajeros y que tiene que ver con la nueva política de equipaje de mano.

Desde el 1 de noviembre, toda persona que viaje con maleta en Ryanair está obligado a pagar un suplemento y, por si se le olvida a algún cliente en algún momento del proceso de compra, se lo recuerda con un cuadro en la parte superior de la siguiente página. Y es que en ella se puede leer "Nuestra Política de equipaje de mano se actualizará para los vuelos de Ryanair que salgan a partir del 1 de noviembre. Todos los clientes tienen derecho a llevar 1 pieza pequeña de equipaje a bordo (40 x 20 x 25 cm) de manera gratuita. Si quieres llevar equipaje adicional en la cabina, puedes comprar Prioridad & 2 Piezas de Equipaje de mano y traer ambas piezas de equipaje a bordo o añadir Facturación de equipaje de 10 kg y entregarlo en el mostrador de facturación antes de pasar por seguridad".

Justo debajo de eso, la página vuelve a recomendar la contratación del embarque prioritario, el que permite llevar la maleta en cabina. Algunos clientes optan por hacer caso omiso a esas recomendaciones, pero Ryanair vuelve a recordarles el suplemento. ¿Cómo? De nuevo con un mensaje push. 

Aquí la página te muestra varias opciones. La posibilidad de contratar el embarque prioritario con dos piezas de equipaje de mano por 12 euros (seis euros por trayecto). Este permite a los viajeros llevar una maleta de mano con ellos en el avión, que se guarda en los compartimentos superiores. Luego, ofrece la posibilidad de facturar una maleta de hasta 10kg, como la de mano, por 16 euros (ocho euros cada trayecto) aunque en este caso la maleta viaja en bodega

¿Cuál es el truco aquí? Antes de poner en funcionamiento la nueva política de equipaje de mano, cuando Ryanair permitía a los pasajeros viajar con 2 bultos (un bolso y una maleta de mano) en cabina, el embarque prioritario solo permitía ahorrarse la cola  y sentarse antes en el avión. Con la nueva política, algunos viajeros- los que no leen al completo las características de los servicios- piensan que el embarque prioritario es el mismo servicio que antes y que tendrán que pagar también un suplemento por la maleta. Un despiste de los viajeros con el que Ryanair gana dos euros por trayecto y persona.

Para el cliente es poca la diferencia, pero lo que esos dos euros pueden suponer para una compañía que en noviembre transportó 10 millones de pasajeros. Solo con que la mitad se despiste, la aerolínea ya factura 10 millones de euros en un mes. Lo mismo en el caso de los dos euros de la tarifa plus. Y si se aplica la misma métrica a personas que reservan un asiento, son 15 millones más que se embolsa. 

También ofrece la posibilidad de no contratar ningún servicio y viajar sin maleta, pero si algún viajero piensa hacer la jugarreta, no contratar ningún servicio de equipaje y llegar a la puerta de embarque con su maleta pensando que la tripulación no se va a dar cuenta, la jugada le puede salir mal. Según explica la empresa, si alguien se presenta en la puerta de embarque con una segunda pieza de equipaje, la aerolínea le cobrará 25 euros por ella. 

Los cambios confunden y la nueva política de Ryanair y las ofertas de las tarifas pueden ocasionar más de un despiste que pasa factura al bolsillo de los viajeros. Asimismo, es mejor leerse bien las características, comparar si la tarifa compensa y, en función de ello, elegir. Y no pasarse de listo porque, de lo contrario, las vacaciones pueden salir más caras de lo deseado. 

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