Por Oscar Tomasi

Así lo ha explicado en una entrevista con Efe su fundador, el estadounidense Henry McGovern, quien estima que sólo en los próximos dos ejercicios abrirán 900 nuevos locales (400 en 2019 y 500 en 2020) y calcula un aumento de su facturación y Ebitda del entorno del 20% anual.

La compañía -que gestiona marcas como KFC, Pizza Hut, Starbucks y Burger King en calidad de máster franquiciado y posee las enseñas La Tagliatella, Sushi Shop, Blue Frog, Bacoa y Kabb- trasladó este año su sede de Polonia a Madrid, y comenzó la semana pasada a cotizar en la bolsa española.

McGovern, hoy miembro del consejo de administración y dueño junto a otro socio de una sociedad que posee casi el 11% de las acciones de Amrest, destaca que se trata de una empresa "en crecimiento desde el día uno", que pretende mantener el ritmo.

"Probablemente ahora creceremos más con nuestras marcas y no tanto con adquisiciones", señala el fundador de la firma, quien hace 25 años se tomó un año sabático para conocer de cerca el Este de Europa tras la caída del Muro de Berlín y acabó casi por casualidad abriendo un Pizza Hut en la ciudad polaca de Breslavia y que fue el germen de todo.

Bajo el lema "cualquier cosa es posible" -"obligamos a decir el eslogan en polaco porque es difícil, incluso en China, para que la gente se lo crea"-, Amrest sitúa a España ya hoy como su segundo mercado más importante, donde pretende ampliar el negocio.

"Tenemos mucho por crecer en España, es un mercado clave para nosotros" y existe margen pese a tratarse de un sector altamente competitivo, remarca.

Su buque insignia en el país es la cadena de comida italiana La Tagliatella, enseña que incorporó en 2011 con 90 establecimientos y que cerrará 2018 en torno a los 250, la mayoría en España.

"Probablemente llegaremos a los 300 restaurantes", anticipa McGovern, quien asegura que el grupo está pensando ahora cuáles son los siguientes pasos con esta marca, que acaba de entrar en el mercado del envío de comida a domicilio.

En este sentido, apunta la posibilidad de entrar a operar locales en aeropuertos y en el segmento "fast casual" para aprovechar que se trata de una enseña "apreciada por el público".

Además, el grupo pretende continuar expandiendo la red de KFC -tienen los derechos de la marca para Madrid, Barcelona y el norte del país-, abrirá más tiendas Sushi Shop y hará crecer la cadena de hamburgueserías Bacoa.

Amrest tiene como meta erigirse en el primer operador de la restauración europea, aunque ya tiene un pie en China con casi 60 restaurantes de la marca blue Frog, que facturan al año cerca de 100 millones de euros.

"Creo que cuando consigamos nuestro objetivo de ser número uno en Europa tenemos una base muy interesante en China para pensarlo".

Con más de 1.200 millones de euros de facturación en 2017 y 42 millones de beneficio, McGovern está satisfecho con los niveles de rentabilidad y asegura que si la empresa no reparte todavía dividendos es únicamente "porque está centrada en crecer" y no por falta de capacidad.

Su decisión de salir a bolsa en España a través de un "listing técnico" -continúa cotizando en Polonia y no ha emitido nuevas acciones- pretende facilitar la entrada en su capital de fondos que invierten en euros.

"Estoy contento con la actual estructura accionista -el 51% está en manos de la mexicana Finaccess-. Tenemos un 33% de capital flotante y estamos pendientes de ver lo que hacen los fondos polacos, tendría sentido que redujeran su posición un poco".

La compañía salió a cotizar en el mercado continuo español a 8,76 euros y durante las primeras sesiones el valor ha sido presa de la volatilidad (ha oscilado entre 8 y 12 euros) debido sobre todo a la falta de acciones disponibles.

"Ha sido una salida inusual", admite el fundador de la firma, quien prevé que la situación cambie durante el primer semestre de 2019 con mayor volumen de títulos y liquidez.