La farmacéutica ha destacado que, sin tener en cuenta la actividades de I+D y el impacto de los gastos no recurrentes, su resultado neto fue de 40,1 millones de euros, un 13% superior al del periodo enero-septiembre de 2017.

En concreto, en los nueve primeros meses, Rovi destinó 24,6 millones de euros a I+D, un 30% más que el año anterior, cuando invirtió en esta partida un total de 18,9 millones de euros.

Los ingresos operativos de la compañía alcanzaron los 218,9 millones de euros hasta septiembre, un 8% más que en el mismo periodo de 2017, gracias, según Rovi, a la "fortaleza" del negocio de especialidades farmacéuticas, cuyas ventas avanzaron un 15%.

Las ventas de Rovi de su producto "de referencia", la Bemiparina, aumentaron un 11% en los nueve primeros meses, hasta situarse en 68,7 millones de euros. En el mercado español, las ventas de este producto subieron un 21%.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) de la farmacéutica cayó un 4%, hasta los 25,9 millones, afectado por unos gastos no recurrentes de 1,1 millones de euros vinculados a la modificación sustancial de las condiciones de trabajo de los empleados de Frosst Ibérica.

Por su parte, el beneficio neto de explotación (Ebit) disminuyó un 6% en los nueve primeros meses del ejercicio, hasta los 17,1 millones de euros, en contraste con los 18,1 millones del mismo periodo de 2017.

ACTUALIZA AL ALZA SU PREVISIÓN DE INGRESOS

Rovi ha actualizado al alza su previsión de ingresos operativos para este año, desde la banda media de la primera decena (entre 0 y 10%) hasta la banda alta de la primera decena.

La previsión de ventas de su biosimilar de enoxaparina, que hasta septiembre alcanzaron los 16,7 millones de euros, se mantiene en el rango de entre 20 y 30 millones de euros, aunque la compañía espera alcanzar la parte alta de esa cifra.

Para 2019, la farmacéutica prevé que sus ingresos operativos presenten una tasa de crecimiento situada en la banda alta de la primera decena.