El Santander avanza con paso firme en la integración del Banco Popular. Si todo va bien, en las próximas semanas comenzará el proceso para integrar la tecnología, y el año que viene comenzará el proceso de unificación de oficinas y desaparición de la marca. Sin embargo, todavía tiene un fleco pendiente que tardará en resolverse: la joint venture que mantiene con Allianz en torno a seguros, pensiones y fondos de inversión: Allianz Popular.

Se trata de una alianza heredada del Banco Popular, y sobre la que todavía se encuentra negociando cuál va a ser su futuro. El Santander mantiene acuerdos con AEGON en la rama de seguros, y el resto de productos los ofrece a través de su propia gestora. Por tanto, no parece que tenga mucho sentido continuar con la empresa, así que ahora el objetivo es llegar a un acuerdo con Allianz para poner punto final a la aventura.

Las negociaciones se mantienen desde hace meses, pero todavía no han fructificado. Fuentes conocedoras aseguran que todavía queda mucho para que pueda llegarse a un acuerdo satisfactorio para las partes. En especial porque, aunque no hay cifras oficiales, UBS estima que el porcentaje de la sociedad en manos del Santander tiene un valor de 876 millones de euros.

Con las estimaciones de UBS en la mano, quiere decir que la sociedad está valorada en 2.200 millones de euros. Sin embargo, la evolución de la compañía podría hacer variar también las valoraciones. Según datos de la patronal del sector, Inverco, a cierre de junio (últimos datos disponibles) Allianz Popular tenía 14.422 millones de euros en activos bajo gestión.

Esa cifra supone 132 millones de euros menos que en el primer trimestre del año y 636 millones de euros menos que un año antes. De hecho, en junio de 2017 era la octava gestora, y un año más tarde ocupaba la décimo primera posición.

Por ramas

Un descenso que es fruto del nerviosismo que se registró en torno al Popular antes de su intervención. Así que no es de extrañar que sus cuentas se vieran afectadas. Los beneficios de 2017 alcanzaron los 7,8 millones de euros frente a los algo más de 210 millones de un año antes. Esto quiere decir que hubo un descenso de cerca del 96%.

Como explica la compañía en su memoria, “su gestión queda ligada a la evolución del negocio de las sociedades dependientes”. Es decir, de lo que hagan las ramas de seguros, pensiones y fondos. De hecho, los dividendos que la matriz cobró de sus filiales en 2017 cayeron en más de 202 millones de euros, una cifra a la que hay que sumarle también otros casi 100 millones destinados a pagar deudas con empresas del grupo y con las administraciones públicas.

La disminución de los dividendos es fruto también de la evolución de los negocios. La rama de vida funcionó bastante bien y aumentó el beneficio hasta los 64 millones frente a los 54 millones de un año antes. Sin embargo, la rama de pensiones se dejó un 6,3% y la parte de la gestora cayó un 8%, fruto de la disminución de las comisiones percibidas que se dejaron cerca del 15%.

Unos números que tendrán que analizarse detenidamente, pero que -a buen seguro- influirán en la evolución de las negociaciones que Santander y Allianz mantienen en este momento.

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