Los despidos, prejubilaciones o bajas incentivadas son el pan de cada día en el sector bancario, tras la drástica concentración que ha acabado con cerca de 90.000 despidos en la industria y 17.000 sucursales menos en los últimos diez años. Pero los empleados que siguen en la industria hacen frente a un nuevo entorno que obliga a reinventarse, especialmente por el impacto de la digitalización.

Los bancarios intentan adaptarse a un nuevo perfil de cliente que demanda nuevos canales de comunicación para los que los empleados de banca necesitan, además, un intenso proceso de formación. Ante este escenario, los bancos empiezan a mover ficha con nuevas oficinas en las que los trabajadores eliminan la tradicional barrera del mostrador para apostar por espacios abiertos que den mayor confianza al cliente. Y con cambios de horarios que permitan adaptarse a sus necesidades, especialmente en el segmento del asesoramiento.

Según una encuesta realizada este año por UGT, casi el 60% de los empleados de banca considera que este nuevo entorno no respeta sus condiciones laborales. Sus cálculos apuntan a que los bancarios dedican 300.000 horas semanales extra sin remunerar. Y frente a estas demandas de los sindicatos, las entidades han aprovechado los recientes movimientos de fusiones y el proceso de digitalización para acercar posturas y adaptarse al nuevo entorno.

Como casi siempre, Banco Santander ha marcado el camino con el acuerdo alcanzado para la incorporación de la plantilla del Popular al grupo cántabro. La homologación total de ambas partes no se producirá hasta que se complete la integración de la red comercial, prevista para el próximo año. Pero aquellos empleados del Popular que no se han `apuntado¿ al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado para 1.094 trabajadores, sí han logrado ya otra serie de ventajas al incorporarse al Santander.

Para cubrir los puestos en su Smart Red, donde la entidad ofrece servicio de asesoramiento, los empleados del banco presidido por Ana Botín trabajarán de lunes a jueves en horario flexible, con dos tardes a la semana (desde el 15 de septiembre en 500 oficinas de la red Smart de la entidad, que se extenderán hasta alcanzar las 1.000), con un mínimo de 100 tardes al año. Todos los viernes del año trabajarán en horario de 8.00h a 15.00h, como en el resto del sector.

A cambio del trabajo de tarde, el banco compensará este régimen de horario con 3.500 euros brutos al año, estableciendo además unos incentivos mínimos de 11.250 euros brutos anuales para los directores de oficinas y de 6.000 euros brutos anuales para el resto por la consecución del 100% de objetivos.

Aprovechando la absorción del Popular, la entidad también ha introducido novedades en concepto de conciliación para todos sus empleados. En concreto, Santander reconoce el derecho de sus empleados a no responder a emails o mensajes profesionales fuera de su horario de trabajo, salvo "causa de fuerza mayor o circunstancias excepcionales¿. También han ampliado el permiso de paternidad en dos semanas, hasta un total de seis.

EL AUGE DE LOS GESTORES REMOTES

Bankia también prevé completar el ERE por la fusión con BMN antes del 30 de noviembre. Los sindicatos habían presentado a la entidad un plan para homologar los salarios de los empleados de BMN con los de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri. Pero no se prevé que estas medidas puedan materializarse al menos en un plazo de dos años. De momento, se ha solicitado que los 4.300 empleados de BMNperciban una paga extra más este año y una y media el próximo para alcanzar la equiparación. Además de acceder también a la retribución variable de Bankia, que la entidad reparte a partir del segundo semestre, los empleados de BMN han conseguido que la entidad realice también aportaciones a sus planes de pensiones desde este mismo 2018.

Según indican desde los sindicatos, en los horarios se aplicará el convenio, con 90 tardes para aquellos que pasen a formar parte de las Oficinas Ágiles y del servicio de gestión remota de la entidad, que según informan desde Bankia, alcanzará los 1.000 gestores en el corto plazo (500 más que ahora). Como en Santander, este trabajo remoto obliga a un cambio de horario `voluntario¿ en las 130 oficinas ágiles de la entidad, que se mantienen abiertas de lunes a jueves de 8.15h a 18.00 h. de forma ininterrumpida (con turnos), salvo entre el 15 de julio y el 15 de septiembre, que cierran a las 14.15h, igual que los viernes.

El auge de los gestores remotos también ha obligado a BBVA a duras negociaciones con los sindicatos. La entidad acaba de firmar un acuerdo laboral para que cerca de los 6.500 empleados del banco puedan acceder a estos puestos, trabajando por la tarde, un servicio que ya ofrece un 5% de la plantilla (1.421). A cambio de la voluntariedad, los nuevos empleados de BBVA Contigo (como se conoce este servicio de gestión remota) recibirán un plus de 2.000 euros anuales, que mejora los 1.200 euros que percibían en la actualidad. La cifra, aun así, se queda muy por debajo de los 2.200 que reclamaban los sindicatos. Los gestores trabajarán por las tardes tres días a la semana, con turnos que pueden llegar hasta las 22.00h, con el resto de días realizando jornadas laborales de seis horas continuadas.

Dentro del acuerdo, también destaca la ampliación de la jornada continua al mes de julio además de agosto, de 08.00h a 15.00h: En el periodo de jornada partida los empleados entrarán a las 09.00h de lunes a jueves (con flexibilidad de media hora), para salir a las 18.00h.

Todos estos movimientos reflejan que las entidades tienen muy claro que el rol de sus oficinas debe cambiar. Y con ellas, el de sus empleados.