Se trata del primer contrato en Asia de la multinacional tecnológica relacionado con el Sistema de Aumentación Basado en Tierra (GBAS), en el que Indra trabaja desde 1987 y que ofrece orientaciones de navegación muy precisas a las aeronaves, lo que permite planeos de aproximación más pronunciados y breves.

Indra suministrará el equipo de tierra GBAS NORMARC, el procedimiento de vuelo y el análisis ionosférico para una serie de pruebas de vuelo que se llevarán a cabo durante el año en curso.

La empresa ha destacado que llevar a cabo estas pruebas de vuelo en uno de los aeropuertos más importantes del mundo "confirman que la industria ha visto cómo los sistemas de aterrizaje por satélite benefician la capacidad, la eficiencia de costes y el impacto medioambiental de los aeropuertos".