La última reunión trimestral del Comité Asesor Técnico de los índices Ibex ha dejado al selectivo rey de la bolsa española tal y como estaba. Sin embargo, ha introducido un cambio en el Ibex Small Cap: la inclusión de Duro Felguera. En una semana, la firma de ingeniería asturiana formará parte del selecto club pequeñas cotizadas más representativas del parqué español.

Al cierre del primer semestre del año, solo tres fondos de inversión españoles tenían posiciones en Duro Felguera. Uno menos que al término del mes de marzo. Dos menos que un año antes, siempre según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esta senda de retrocesos podría estar muy cerca de invertirse. De hecho, ha comenzado a hacerlo con su reciente ampliación de capital.

El fondo que más cartera confía a Duro Felguera es el Laguna Negra FI, de Gesinter, la sociedad gestora vinculada a Interbrokers. Un 0,4% de todo su patrimonio estaba al cierre del pasado junio en títulos de la ingeniería, 12.938 euros. A una holgada distancia, Fondradar Internacional de GVC Gaesco tiene un 0,27% de su cartera en el valor, 11.500 euros. Un mucho más testimonial 0,16% tiene invertidos el Euroagentes Bolsa Mixto, solo 2.875 euros en aquel momento.

Los analistas no prevén un aluvión de órdenes de compra sobre la compañía, sino más bien una lluvia fina que arreciaría si las cifras de negocio de la cotizada asturiana confirman que la compleja reestructuración llevada a cabo alcanza también a su balance. Además, no está en los planes de su directiva lanzar una nueva ampliación de capital en el corto plazo. Se descarta, por el momento, el temido efecto dilutivo en participación y precio que suelen conllevar estas operaciones.

La avanzadilla de lo que podría estar por venir con la inclusión de Duro Felguera en el olimpo español de las `smallcaps¿ la protagonizaron los dueños de la textil Mayoral, que a través de Indumenta Pueri se descubrieron como titulares de un 9,5% de la asturiana. Todavía en plena ampliación de capital, antes de que sus acciones fueran admitidas a negociación en el mercado secundario, los Domínguez de Gor se convertían en accionistas de referencia de la volátil compañía.

Muy poco después llegaron los Urquijo. La conocida saga de inversores y empresarios entró en la asturiana con nada menos que un 5,17% del capital social a través de su sicav La Muza Inversiones. Esta participación es aún más relevante para el futuro a corto y medio plazo de la firma de ingeniería, pues su participación podría engordar muy pronto, pues está previsto el próximo lanzamiento de un fondo que replique las inversiones de la acaudalada familia madrileña.

Otra que llegó y permanece en el capital es la sicav luxemburguesa Global Income, propiedad del inversor Juan José Rodríguez-Navarro y propietaria de un 4,17% de la cotizada asturiana. De ida y vuelta fue el camino de Norges Bank, el fondo soberano de Noruega, que apenas cuatro días después de haber anunciado más de un 3% de la española en su cartera, explicaba al supervisor que disminuía inversión por debajo de esta cota que marca la frontera para ser considerado accionista de relevancia.

NUEVOS CANDIDATOS Y VIEJOS OBSTÁCULOS

En la actualidad, el mercado español cuenta con 13 fondos de inversión especializados en el universo `smallcaps¿, de los cuales uno de los más recientes tiene una filosofía de gestión indexada. Se trata del Santander 95 Objetivo Small Caps Euro, que se convierte en uno de los firmes candidatos a dar entrada a Duro Felguera en su cartera, de la que no se conocen detalles de posición al no contar ni siquiera con un trimestre de vida.

De estos vehículos, cinco tenían posiciones en Almirall, que ahora escala al Ibex Medium Cap para llenar el vacío que había dejado Hispania, la socimi absorbida por el fondo estadounidense Blackstone. No obstante, el que la farmacéutica salga del índice referencia de las pequeñas cotizadas españolas no es impedimento para que estos fondos puedan conservar su inversión en el valor, que a cierre de junio ascendía a 39,6 millones de euros.

Los gestores consultados señalan que, por ahora, el principal impedimento para la entrada de fondos abiertos al inversor minorista está en el bajo precio de cotización de Duro Felguera. Las acciones de la compañía rondan los 0,03 euros en el mercado desde que su estabilización tras una ampliación de capital plagada de polémicas entre advertencias de la CNMV y la espera de un rescatador que de momento no ha hecho aparición.

Este ínfimo precio unitario podría dejarla muy a merced de bruscos bandazos de precio que alterarían los datos de rendimiento del fondo en cuestión. Un argumento que gana fuerza ante la próxima reforma de la contratación de valores en la bolsa española, que reduce su cotización mínima a los 0,001 euros por acción. El antídoto más efectivo, sin tener que aguardar a una mejor valoración en el mercado, estaría en un contrasplit que la compañía no ha planteado en ningún momento.