A finales de junio, Prisa concluyó la ejecución de los acuerdos alcanzados con sus acreedores, lo que conllevaba la entrada en vigor de la refinanciación y modificación de los términos de su deuda pactados el pasado enero y que contemplaba extender su vencimiento hasta 2022.

Prisa anunció el pasado 16 de enero que había firmado un acuerdo marco con la mayoría de sus acreedores financieros que regulaba los términos básicos y el procedimiento a seguir, a fin de refinanciar y modificar las condiciones de la actual deuda financiera.

Los principales términos del acuerdo marco contemplaban la extensión del vencimiento de la deuda hasta noviembre y diciembre de 2022, lo que suponía una ampliación de cinco años en su vigencia.

Asimismo, se acordó que el calendario de pagos no contemplase amortizaciones obligatorias durante los primeros tres años desde el 16 de enero hasta diciembre de 2020, con un calendario de repago posterior ajustado a la generación de caja que se espera para los negocios del grupo Prisa.

Por otro lado, el acuerdo marco establecía una reasignación de la deuda registrada para aproximarla al negocio de educación aprovechando su capacidad de generación de flujos; una modificación parcial del paquete de garantías de la deuda, y un primer repago de 450 millones de euros a realizar con los fondos obtenidos de la ampliación de capital, aprobada por la Junta el 15 de noviembre de 2017.