Invertia / Reuters

Musk afirmó el viernes que se hacía cargo de las preocupaciones de los accionistas y que no seguiría adelante con una operación para sacarla de bolsa por un importe de 72.000 millones de dólares. El plan había sorprendido a los inversores y atraído la atención de los reguladores.

"Sabía que el proceso de privatización sería un desafío, pero está claro que consumiría más tiempo y sería una distracción de lo previsto inicialmente. Esto es un problema porque debemos mantenernos enfocados en aumentar el Modelo 3 y ser rentables. No lograremos nuestra misión de avanzar la energía sostenible a menos que también seamos financieramente sostenibles", insistió el consejero delegado.

Las acciones de Tesla, que fabrica vehículos eléctricos de lujo, cotizaban muy por debajo de su actual nivel el 7 de agosto, cuando repuntaron después de que Musk anunció en su cuenta personal de Twitter que estaba considerando sacar Tesla de bolsa por 420 dólares por acción, afirmando que los fondos para la operación estaban "garantizados".

En declaraciones para la CNBC, el expresidente de la SEC Harvey Pitt explicó que lo primero es conocer qué motivó a Musk a lanzar esos tuits a sus más de 22 millones de seguidores en la red social, en lugar de hacerlo por un cauce destinado prioritariamente a los accionistas de Tesla.

¿El uso de un precio específico no tiene precedente alguno¿ y de ahí podría deducirse llegado el caso un delito de ¿fraude de valores¿, señaló el experto al invocar la Regla 10b-5 de la Ley del Mercado de Valores de 1934 en su última versión enmendada el pasado marzo, que es la aplicable para estos casos en EEUU.