En concreto, la firma contabilizó unas ventas por valor de 1.782 millones de dólares (1.537 millones de euros) en su segundo trimestre, que finalizó el 4 de agosto, por lo que el crecimiento interanual ha sido del 4,7%.

La diferencia entre la facturación y el beneficio neto se debe a una reducción en los gastos por demandas y extraordinarios, que han descendido un 94%, hasta los 3 millones de dólares (2,5 millones de euros). De su lado, los costes generales y administrativos han avanzado un 4,7%, hasta los 44 millones de dólares (37,9 millones de euros), mientras que los gastos asociados a las ventas se han incrementado un 3,7%, hasta los 1.243 millones de dólares (1.072 millones de euros).

"Nuestros resultados reflejan el trabajo que estamos haciendo en varios frentes para posicionar a la compañía en un entorno minorista que evoluciona rápidamente", ha explicado el presidente y consejero delegado de la compañía, Richard Johnson.

"Creemos que nuestra mejora de los productos y la profundización en la oferta 'premium' nos permitirá lograr un mayor número de ventas comparables en la segunda mitad de 2018", ha añadido.