La cifra de negocios de la bodega se ha mantenido estable en 6,8 millones de euros, gracias al crecimiento del 19,3% de las exportaciones que han mitigado la caída del 8,3% del mercado nacional.

El resultado de explotación (Ebitda) cayó un 14%, hasta alcanzar los 1,2 millones de euros, frente a los 1,4 millones de euros registrados en el mismo periodo del ejercicio precedente.

Durante el primer semestre de 2018, las ventas en volumen cayeron un 11,9% respecto al primer semestre de 2017, aunque los precios medios se elevaron lo que le ha permitido compensar y hacer que la facturación se mantenga estable.

La bodega ha explicado que para los próximos años se han marcado como objetivo fundamental la reducción de la deuda con entidades de crédito, mientras que ha cerrado el semestre con una descenso de la deuda financiera neta, hasta los 24,08 millones de euros.

Por otro lado, Bodegas Riojanas está ultimando su nuevo plan estratégico para los próximos tres años, que se enmarca en el objetivo de conseguir un crecimiento rentable tanto del mercado macional como internacional, el incremento del valor de sus marcas, una mayor orientación al cliente y la creación de una filosofía de eficiencia y mejora continua.